"Algunos traen mantita": la ventilación de aulas afecta a miles de niños y podría ser insostenible en invierno
Las soluciones del Ministerio de Educación contra la covid en clase fueron tres: mascarilla, distancia y ventilación. Sin embargo, con las bajas temperaturas, abrir las ventanas puede suponer problemas
Los padres se muestran resignados ante esta nueva situación: no hay otra solución a corto plazo, por lo que toca ataviar con más ropa a los estudiantes
Una camiseta térmica, un forro polar, unos calcetines de lana, mallas debajo de los pantalones, guantes, gorros, bufandas... No es el equipamiento de un montañero en travesía, sino el de miles de niños y niñas que, estos días, tienen que estar en clase con las ventanas abiertas para evitar al dichoso coronavirus. Para tratar esta problemática, en Uppers hemos hablado con padres afectados por esta medida, con el pediatra y epidemiólogo Quique Bassat, y con una profesora de un colegio donde la ventilación de las clases se lleva a rajatabla.
Ventanas abiertas por recomendación sanitaria
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La polémica nace el pasado 14 de octubre, cuando la ministra de Educación, Isabel Celáa, afirmó en una entrevista en Radio Nacional que sabía "que los niños están abrigados en clase. Esto es lo que nos indican las recomendaciones sanitarias. Si luego podemos encontrarnos con algún utensilio que nos ayude a medie C02, etc., lo vamos viendo, pero ahora mismo ventilación y lavado de manos".
Poco después, la Asociación de Familias del Instituto Beatriz Galindo (Madrid), respondió a la ministra con un tuit muy explicativo: "No es cuestión de cuanto va de abrigado un niño a clase, es cuestión de dotar a los centros de sistemas de depuración de aire para que esa ventilación sea necesaria solo en los descansos entre clase y clase. La salud de los niños está en juego y por ende la de las familias".
Sin embargo, ¿es posible, hoy en día, que los centros puedan tener sistemas de depuración de aire eficaces y testados contra el coronavirus? Para el pediatra Quique Bassat esto, de momento, es prácticamente imposible. "Eso implica una obra, rediseñar, comprar aparatos y eso, si se puede hacer, bienvenido, pero eso implica unas reformas estructurales para las que ahora no hay fondos ni deberían ser la prioridad. Si ahora me dices que tienes que construir una escuela sí que te recomiendo que lo hagas con estos nuevos parámetros, pero hemos heredado un sistema de escuelas mal construidas y arreglar esto costaría un tiempo y dinero descomunales. Esa no es la solución aguda al problema que tenemos".
Además, para este profesional, la ventilación es solo uno de los pilares de las medidas de prevención, junto con la distancia física y las mascarillas. "Cuando llegue el frío y sea más complicada la ventilación, esas medidas deberán ser mejor implementadas. No me imagino una clase en Burgos con las ventanas abiertas en pleno invierno, porque no veo a los niños con el edredón. Mientras se pueda, fantástico; cuando no se pueda ver habrá que asegurarse de que las otras medidas sigan funcionando bien", nos explica.
La posición de los colegios que sí que lo implementan
Ante la bajada de las temperaturas propias de la estación en la que estamos, algunos colegios han empezado a enviar circulares o e-mails informativos a los padres y madres animando "a que los chicos y las chicas traigan ropa adecuada a la climatología", ya que, a pesar de que pronto encenderán la calefacción "las ventanas abiertas harán que las clases no estén tan calientes" y se darán clases en el exterior.
"Al principio de curso abríamos 10 minutos entre clase y clase, pero ahora con la posibilidad de los aerosoles tenemos siempre una ventana abierta", nos cuenta Marta, profesora de un colegio en el norte de la Comunidad de Madrid donde están llevando el tema de la ventilación a rajatabla. "La idea es que haya una en cada pared abierta durante toda la clase. Los chicos ya se están trayendo mantitas y no se quitan el abrigo. Entendemos que es mejor que haya una ventilación continua", nos cuenta.
En este sentido, y para intentar establecer un patrón común, el CSIC acaba de publicar una guía sobre cómo se deben ventilar las aulas, en la que se destaca no solamente la posibilidad de realizar la ventilación natural mediante corrientes de aire, sino también a través de dispositivos electrónicos que extraigan el aire cargado de CO2.
Pero la realidad del día a día de los colegios supera a cualquier documento técnico por el momento. "Frío va a haber igual. Poner o no aún la calefacción es un debate complicado. Aunque solo habrá una ventana abierta, al menos esperamos que algo caldee el ambiente", nos explica Marta. Los alumnos, por su parte, parecen no llevarlo tan mal."Somos muy estrictos con el uniforme y ahora con esto les hemos dejado traer sus propias mantas, y de alguna manera eso es una manera de expresarse. Cuando haga frío de verdad nos tendremos que apañar. Preferimos pasar frío antes que volver a la educación online", concluye.
Qué dicen los padres
Las medidas de apertura de ventanas y recomendación de llevar ropa de abrigo a las clases parece que, en este caso, tampoco es algo homogéneo en la comunidad educativa. En Uppers hemos hablado con varios padres y, en cada centro, han actuado de manera distinta.
Jose Julián es padre de una niña de 4 años que va a un colegio público en la provincia de Segovia. "No nos han pedido directamente llevar a los niños más abrigados, pero sí nos han advertido de que las clases son con las ventanas abiertas. Si hace mucho frío, las cierran y las abren con cierta frecuencia", nos dice. "Nosotros mandamos a nuestra hija con cuatro capas, dos camisetas, un jersey y el baby porque está en infantil".
David lleva a su hijo a un colegio concertado de Madrid, y nos comenta que aún no han recibido ninguna comunicación por parte de la dirección del centro sobre este asunto. "Es una gran preocupación de los padres. Nosotros ya nos hemos blindado con polares y térmicas... El cole no tiene 10.000 euros para máquinas de ventilación, y los nenes cuando llegue diciembre se quedarán ateridos si le toca la ventana".
En el caso de Almudena, cuyo hijo de 10 años también va a uno concertado, "no tenemos conocimiento de este problema, ni circular del cole, ni los padres han comentado nada, ni mi hijo. Él es caluroso y, por ahora va con la ropa justa al cole".
Y más allá de las clases ventiladas también se están impartiendo lecciones en carpas exteriores, como en el caso de Paula y su hija de 13 años: "En su colegio han comido y dado clase en carpas exteriores, además de tener las ventanas de las clases abiertas casi todo el rato, saliendo al patio en grupos de cuatro sin moverse, etc. Desde el cole no nos han dicho nada, pero los padres ya sabemos que a más ventilación y peor tiempo... Es muy de madre de toda la vida lo de abrígate, tápate la boca, ponte la bufanda, así que ahora más", concluye.