La movilidad ha cambiado, más todavía con la pandemia y es en las bicicletas y los famosos, y polémicos, patinetes eléctricos donde se nota el aumento de las ventas, vehículos que dejan atrás a los coches o a las aglomeraciones del transporte público, y aquí es donde entran las bicicletas eléctricas, un vehículo ligero y fácil para la movilidad en las ciudades y que se adapta también a las de montaña que cada vez tiene más seguidores, en 2020 sus ventas aumentaron un 23%. Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha establecido una serie de pautas para elegir la ideal cuando nos decidimos, por fin, en hacernos con una. ¿Qué tipo de batería es la adecuada? ¿Cuál es la mejor bici eléctrica del mercado?
Cuando nos vamos a comprar una bici eléctrica no podemos hacernos con cualquiera, pues en la Unión Europea existen una serie de limitaciones, como su potencia, que no puede ser superior a 250W, de lo contrario serían consideradas ciclomotores y se deberían matricular. Ahora bien, una de las cuestiones básicas es saber dónde está el motor colocado, pues dependiendo de su ubicación tendrá unas ventajas u otras, así como algún que otro inconveniente.
Como comentábamos, la posición del motor dice mucho de la eficacia de la bicicleta eléctrica. En caso de ir situado en la zona central ofrece una conducción veloz por la distribución del peso y no entorpece la labor de las ruedas. ¿Su problema? Suele ser más caro y también más escandaloso, así como algo molesto cuando se pedalea. Pero el motor no solo puede ir en la zona central, también en la parte delantera o trasera.
Si optamos por llevarlo atrás tiene la ventaja de ser más silencioso, poseer un mejor agarre para terrenos irregulares y evita el desgaste de la cadena y el cambio, algo que sí se produce si va colocado en medio. Ahora bien, al ir detrás descompensa el centro de gravedad y entorpece a la rueda trasera. ¿Y si va delante? Al igual que atrás, provoca un menor desgaste en la cadena y el cambio, además de que es ideal, y económico, para remodelar una bici normal en una eléctrica. En cuanto a sus desventajas, si hay que cambiar la rueda delantera será más complicado y, debido al peso, el manejo de la dirección no será tan sencillo.
Entonces, ¿dónde es preferible llevar el motor? Realmente no hay un sitio exacto que sea mejor que otro, ya que dependiendo de su uso o de las características de cada modelo será mejor una ubicación u otra, siempre contando con los inconvenientes que trae consigo su instalación en cualquier punto, así como que si está muy visible, puede ser atrayente para que te la roben.
A la hora de elegir la batería también hay que pensar en el peso. Aunque suelen estar en torno a los dos o tres kilos, cuanto más liviana sea, mejor para tu conducción y manejabilidad. Por su lado, la OCU aconseja que el motor tenga al menos 50 Nm de par de motor y una batería de 500 Wh, pese a que si los trayectos que se realizan con la bicicleta no son muy largos, bastaría con una de 250 Wh.
Así, la OCU establece a la batería Bosch Performance Line Cruise como el mejor motor para una bicicleta eléctrica, que cuenta con cuatro niveles de asistencia y viene integrado en algunas de las mejores bicicletas eléctricas del mercado.
Tras un análisis de varios modelos de bicicletas eléctricas, la OCU ha logrado señalar las mejores tras estudiar punto por punto sus características principales, como el motor, la batería o la pantalla.