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El coronavirus ha sido el principal causante de que las ventas de coches en 2020 hayan bajado más de un 30%. Esto ha sido igual para todos. Sin embargo, hay unos cuantos coches que estaban llamados a reinar sus segmentos y, por unas cosas o por otras, han sido un quebradero de cabeza para sus marcas, que no han sabido resituar o relanzar unos coches que, sin tener por qué ser malos, no han terminado de convencer al consumidor.
Analizamos aquí el caso de una docena de ellos, algunos te van a sorprender, pero te vamos a explicar por qué pensamos que, estos coches, no han triunfado, precisamente, en un año convulso para los vendedores de coches.
Vamos a empezar por el producto nacional, para que no digan que no hacemos autocrítica. El Seat Ibiza estaba llamado a seguir siendo el rey del segmento B, esos coches de 4 metros que son ideales para la ciudad, cómodos, confortables, pero que no huyen de una buena escapada o una kilometrada en vacaciones. El Ibiza sigue siendo un referente, pero su política de precios y la calidad de coches como Renault Clio, Hyundai i20 o Peugeot 208, por mencionar solo unos pocos, es algo con lo que no ha podido un coche que, incluso, cuenta con versiones de gas natural comprimido (GNC).
El segundo también puede que sorprenda a más de uno. Se trata del nuevo Volkswagen Golf 8. La octava generación del icono alemán se ha renovado por dentro y por fuera, pero parece que no ha convencido a todo el mundo. Sus precios, tremendamente elevados para un compacto, lo sitúan al nivel de los Premium, cuando las calidades interiores no lo son. Hace escasas fechas tuvimos la ocasión de probarlo y en el vídeo que publicamos en el canal de Youtube Arrancamos!? hay más de 500 comentarios de los que, la mayoría, no hacen más que quejarse del diseño exterior, de la reducción de calidad en el interior y de alguno de sus motores.
Pocas veces la resurrección de una marca ha sido un fiasco tan grande. Si la Fórmula 1 no lo arregla en 2021, podemos estar ante el peor lanzamiento de una marca en décadas. Alpine, y su Alpine A110, han regresado al mercado sin pena ni gloria. Y casi sin ventas. La resurrección del mítico deportivo, famoso por sus victorias en el Rally de Montecarlo hace varias décadas, no ha tenido prácticamente ninguna repercusión. Y el coche no es malo ni feo, pero está claro que algo ha fallado en la comunicación de la marca. Esperemos que el cambio de nombre de la escudería Renault de Fórmula 1 a Alpine para el año que entra, sea un buen anzuelo, junto al propio Fernando Alonso al volante, para que este bólido tenga las ventas que en teoría merece.
Otro caso doloroso para la automoción nacional. Se trata del Cupra Ateca. Un coche de una nueva marca, que no deja de ser la sección deportiva de Seat. Hasta la llegada del Formentor ha sido la imagen visible de una marca que ha querido abarcar mucho sin apenas argumentos. Un solo coche, un solo motor… combinar un SUV con deportividad no suele ser una buena manera de presentarse al público. Las escasas ventas pueden explicarse por múltiples razones: desde el escepticismo por la nueva marca hasta un precio bastante alto pretendiendo ser un producto premium, pasando por la incoherencia de contar con una carrocería en una nueva marca que ya tiene otro nombre, Seat Ateca.
Ford acostumbraba antaño a estar en los puestos de honor de las listas de ventas, pero lleva una racha bastante difícil. Desde cerrar una cuarta parte de sus fábricas en Europa a deshacerse del diez por ciento de su personal. Contra viento y marea han renovado el Ford Kuga, un coche que les ha dado muchas alegrías, pero esta generación no ha triunfado en este año que nos deja. Su apuesta por la electrificación, valiente y honesta, no ha encontrado el apoyo del consumidor, que ni siquiera lo incluye en la habitual terna de opciones de compra. Apenas se ven por la calle y solo grandes ofertas y promociones lograrán dar salida a duras penas a un producto que tampoco destaca por su diseño.
6.-
La automoción en Corea está viviendo un boom sin precedentes. Tanto Hyundai como Kia están obteniendo resultados espectaculares, pero en la apuesta por el coche eléctrico una marca ha estado mucho mejor que la otra. Mientras el Hyundi Kona eléctrico es un éxito de ventas, apenas conocemos el KIA E-Soul. Un coche compacto, de medidas ciudadanas, ideal para la urbe… pero que cuesta ver por la calle porque no se vende. Su diseño no termina de enamorar y estamos convencidos que la comunicación y la publicidad también tienen su parte de culpa. No nos extrañaría nada que fuera el coche eléctrico menos vendido en nuestro país.
A Renault le pasa un poco como a Ford, aunque aguanta un poco mejor el tirón. Sin embargo, hay modelos de la marca del rombo que no han terminado de funcionar en España. El primero de ellos es el Renault Koleos, un SUV del segmento D que lo tenía todo para triunfar, pero que la firma francesa no ha sabido vender. Caso distinto es el del Renault Scénic, un monovolumen familiar con diseño crossover para asemejarse un SUV pero que, habiendo SUV, la gente prefiere uno a mezclas raras. Además, parecía que lo iban a quitar del mercado y, de repente, han decidido lanzar en 2021 una pequeña actualización para mantenerlo con vida. A pesar de que apenas hay monovolúmenes en el mercado, tiene toda la pinta de que volverá a fracasar.
¿Os acordáis de cuando Citroën era la reina del mercado y nadie le tosía en motores diesel? Ahora se venden los SUV como churros y la firma gala no es capaz de situar sus dos SUV, el Citroën C3 Aircross y el C5 Aircross entre los más vendidos. Su apuesta por un diseño algo naif y el uso a mansalva de plásticos duros por todas partes no ha enganchado a los posibles compradores. Además, una vez que los pruebas, te das cuenta de que son muy flojitos de suspensiones y la excesiva comodidad de sus asientos no termina de convencer a la mayoría.
El Audi E-Tron es la punta de lanza de la firma de los aros para conquistar a los amantes de los coches elécgricos. Sin embargo, las ventas no sólo no acompañan, sino que apenas ves uno por la calle. La respuesta es bastante lógica. Un coche eléctrico debe ser eficiente, ligero, urbanita… y la marca alemana ha creado un mamotreto de casi dos toneladas y media, 4,90 metros de largo, que no prima precisamente la eficiencia. Por si fuera poco, hay que desembolsar más de 73.000 euros por la versión con menos potencia y autonomía, así que la cuadratura del círculo está completa.
Terminamos nuestra selección con las berlinas de Volvo, cuyas ventas son más que residuales. La marca sueca es la reina de la seguridad, de hecho, con los SUV XC40 y XC60, principalmente, lo está haciendo realmente bien en el mercado, pero a nadie se le escapa que el éxito de sus SUV lleva consigo el paso al ostracismo de sus berlinas. No son malas, pero entre que cada vez hay menos demanda, los precios siguen siendo Premium y su estética conservadora no llama la atención, sentencian a S60 y S90, además de sus respectivas versiones familiares V60 y V90. Una pena.