Es probable que alguna vez hayamos oído hablar del Efecto Pantalla a la hora de hablar de coches y de su conducción, pero fijo que no hemos puesto mucho interés en saber más. Sin embargo, por muchos años que tengamos, no hay nada como saber en qué consiste un incidente que nos puede pasar al volante para saber cómo combatirlo y paliar las posibles consecuencias que puede tener.
Si llevas muchos años conduciendo seguro que has sufrido el Efecto Pantalla alguna vez y te has llevado un buen susto. Y es que si no estás preparado, si te pilla de improviso, es posible que lo puedas pasar mal en ese momento e, incluso, sufrir algún accidente, que será más o menos importante en función de la velocidad a la que circules, la vía en cuestión, y la magnitud de dicho efecto.
El Efecto Pantalla se produce cuando sopla viento con suficiente intensidad como para que, a la salida de un túnel o tras adelantar a un camión, se produzca un desplazamiento lateral del vehículo en el que circulamos. Obviamente, dependiendo de la intensidad del viento y del peso y superficie de nuestro vehículo, así será la fuerza lateral y el movimiento que nos desplazará. Es fundamental conocer este hecho y salir precavido y prevenido del túnel, haciendo un poco de fuerza en el volante girando levemente hacia el lugar de donde proviene el viento, para mantener el vehículo lo más recto posible.
El que suscribe, después de cientos de miles de kilómetros en coche y en moto, recuerda especialmente un viaje sobre dos ruedas por la sierra del Sistema Central, con un viento racheado que hacía prácticamente imposible mantener la moto recta a la salida de los túneles o, simplemente, cuando una ladera se abría y dejaba espacio para que el viento atizase de lo lindo. No recuerda una vez que se me hayan cargado más los hombros haciendo esfuerzo por mantener el equilibrio que aquella, hace ya algunos años.
Está claro que cuando sales de un túnel estás muy expuesto a este efecto, también cuando ruedas en carreteras de montaña a buena altitud, pero muchos desconocen que también te puede pasar, y de qué manera, cuando adelantas a un camión o un autobús en una vía con más de un carril en cada sentido. Y es que si el viento viene de la derecha y superas al camión normalmente, cuando superas a éste y ya no hace pantalla, la fuerza del viento te puede expulsar de la vía o, al menos, lanzarte hacia el carril de tu izquierda. Prevenir y estar atento a esto te puede salvar de un buen susto, no ya de un accidente.
Las zonas desprotegidas, sin árboles ni vegetación, suelen ser las más habituales, pues es aquí donde el viento encuentra condiciones favorables. Si en el paisaje ves molinos eólicos de electricidad, razón de más para estar prevenido, pues en esta zona lo más normal es que circule el viento a buena intensidad.
Otra zona donde extremar las precauciones, además de a la salida de los túneles, es en los puentes, más cuanto más grande sean, pues generalmente salvar la altura entre los dos extremos es por causas de una orografía muy quebrada, lugares por donde el viento se cuela y, en ocasiones, pese a la señalización, nos puede pillar desprevenidos.
En cualquier caso y de forma general, recuerda: reducir la velocidad y mantener siempre una marcha más corta de lo habitual, por aquello de tener más respuesta de golpe en el acelerador por si fuera necesario, son dos precauciones que nunca van a estar de más. Y por supuesto, ojo a los adelantamientos a vehículos largos, que cuando acabes, la ráfaga de viento estará esperándote para desnivelar el vehículo y provocar un accidente si no estás atento y corriges, si es necesario, con el volante hacia la dirección de donde proviene el viento.