Las leyes de Tráfico son cada vez más duras con un único objetivo: reducir el número de accidentes y la pérdida de vidas en carretera. Tras la aprobación de la nueva Ley de Tráfico hace unos meses aún quedaban por entrar varias medidas y sanciones que se endurecían y que se introdujeron el pasado 21 de marzo. Desde entonces, actos tan inocentes como simplemente coger el móvil conlleva una sanción mucho más dura. No obstante, parece el endurecimiento de las multas o la pérdida de puntos no ha afectado a los conductores, pues gran parte de ellos siguen usando el móvil mientras está al volante.
Así lo destaca la VII Radiografía de los Hábitos de Movilidad de los Españoles elaborada por el Foro de Movilidad promovido por Alphabet. Desde el día señalado, utilizar el móvil en el coche pasa de tener una sanción de 3 puntos del carnet a perder 6 tan solo por sujetar el aparato con la mano, ya no hace falta ni que estés mandando un WhatsApp. Además, aunque no lo tengas en la mano pero lo uses, la multa será de 200 euros y tres puntos menos en el carnet.
Pese a ello, según el estudio mencionado, el 45% de los conductores en España reconoce que utiliza su smartphone mientras conduce, un hábito que parece que aún cuesta despojar del día a día pese los peligros que presenta. En un desglose más amplio de los datos recogidos, el 66% admite que hablan por teléfono a través de los manos libres, pero un 3% lo hace sin utilizar este sistema. En cuanto a conductas más peligrosas, señalan que el 5% afirma usarlo para enviar mensajes, de WhatsApp por ejemplo, y un 2% para consultar su correo electrónico o contestar esos mails.
¿Y quiénes usan más el móvil en carretera? ¿Los hombres o las mujeres? Pues si bien un alto porcentaje de ambos realiza esta peligrosa práctica, el 49% de los hombres declara que hace uso del móvil en carretera frente al 40% de las mujeres.
El uso del smartphone cuando se conduce está normalizado pese a tener pleno conocimiento de los riesgos que acarrea. Sin ir más lejos, poner un WhatsApp mientras conduces a 120 kilómetros por hora es lo mismo que recorrer 660 metros sin mirar la carretera. Esto es solo un ejemplo de cómo quitar la vista o distraernos unos segundos con el coche en marcha es un gran peligro que no solo nos pone en riesgo a nosotros, también al resto de conductores y usuarios de la vía que están a nuestro alrededor.