Enseñar a los hijos a conducir sin tener carnet: ojo a las multas que pueden caer
Las multas no son solo económicas, sino que también incluyen penas de prisión y trabajo social
Así, de sopetón. Enseñar a tu hijo menor a conducir en la vía pública es un delito contra la seguridad vial. Mientras nos vamos metiendo este dato en la cabeza como una premisa incuestionable para lo que vas a leer, vamos a intentar arrojar luz a un hecho que, medio en serio, medio en broma, muchos han/hemos hecho, y es algo más problemático de lo que parece.
No es menos cierto que las autoescuelas han dado la voz de alarma debido a la crisis, ya que se han detectado muchos más casos de padres que prefieren correr el riesgo de una multa y distintas sanciones por ahorrarse un dinero y enseñar ellos mismos a conducir a sus vástagos. En cualquier caso, la DGT y la Guardia Civil están poniendo todos los medios a su disposición para evitar que esta práctica se siga extendiendo, con el consiguiente peligro para el resto de usuarios de la vía pública.
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Parece lícito pensar que enseñar uno mismo a nuestros hijos las nociones básicas de la conducción antes de apuntarse a la autoescuela nos ahorrará un buen fajo de billetes. Sin embargo, la 'conducción acompañada' está regulada en otros países, no hace falta salir de Europa, pero en España, con esta práctica ilegal, se comete un delito tipificado contra la seguridad vial, según el artículo 384 del código penal, aunque sea en zonas sin circulación ni peatones.
Recuerda que un coche de autoescuela necesita estar identificado y acondicionado para esta práctica, tener los certificados correspondientes, doble juego de pedales, vehículo homologado, etcétera.
Multas y sanciones para todos
En el caso de ser pillados 'in fraganti' por agentes de la ley, el hijo estará cometiendo una falta al conducir indebidamente sin tener el permiso de circulación. El padre, por su parte, será considerado culpable del delito por ser la persona que proporciona el vehículo, además de incentivar al hijo a que conduzca ilegalmente, sin estar capacitado para ello. La sanción, en función de los hechos, puede ir desde una pena de prisión de tres a seis meses, a una multa diaria durante un periodo de 12 a 24 meses, pasando por trabajos en beneficio de la comunidad, de entre 30 y 90 días.
La jurisprudencia en estos últimos meses dice que, casi siempre, se castiga a los infractores con una combinación de estas dos últimas sanciones, es decir, una multa diaria y trabajos al servicio de la comunidad. Por cierto que, si el conductor es menor de edad, la sanción económica se le aplicará a su tutor legal.
La pena de cárcel se puede imponer, pues está tipificada, pero se suele reservar para los casos más graves y flagrantes. También puede aplicarse en casos en el que se da un comportamiento agresivo contra los agentes por parte de los infractores.
No solo penas de cárcel
Lo mencionamos por si acaso alguien no es consciente de la situación pero, obviamente, en caso de que ocurra cualquier tipo de accidente realizando esta práctica, el seguro no se hará cargo de los daños en ningún momento.
Además de ser un delito y las sanciones que acarrea, enseñar a conducir a un hijo no es una buena idea por más razones. Principalmente, por los valores nocivos que inculcas a tu descendiente, saltándote la ley y dándole un mal ejemplo. Si nos saltamos la ley una vez… ¿por qué no más? Puede pensar.