Está claro que recurrir al aire acondicionado es lo más rápido y cómodo; pero puede suceder que no funcione, sobre todo si has olvidado cargar el aire acondicionado o que seas contrario a su uso. Sea cual sea tu caso, nunca está de más saber que hay maneras de enfriar el interior de un coche que ha estado 'durmiendo' a pleno sol sin necesidad de poner el aire frío 'a toda pastilla'.
Las altas temperaturas que se están alcanzando prácticamente en todas las provincias españolas obligan a activar la climatización del vehículo para conducir, no solo con mayor confort, sino también con mayor seguridad. Pero, de esta forma, el consumo también aumenta. Sin embargo, existe una técnica que usan en Japón para enfriar el coche sin usar el aire acondicionado es, cuanto menos, curiosa.
Aunque la nueva estrategia japonesa para enfriar el coche puede parecer sencilla, es importante que la llevemos a cabo punto por punto para no correr el riesgo de cometer alguna incorrección y no conseguir enfriar la cabina del coche.
Aunque, a priori, te pueda parecer que de esta manera entrará más calor en el habitáculo, en realidad el efecto que se consigue es el contrario. Si bajas las ventanillas reducirás algo la temperatura y así no tendrás que poner el climatizador a tope de potencia (lo que supone un deterioro para el sistema).
Las lunas tintadas no sólo dan un toque especial al coche además ayudan a que no entre tanto calor. Las láminas que se utilizan en el tintado bloquean más del 99% de los rayos UV; incluso las hay que repelen hasta un 70% del calor.
Es el truco más evidente de todos. Si tu coche se encuentra en un garaje o en un lugar con sombra la temperatura interior no aumentará tanto como si lo aparcas a pleno sol. Procura buscar sitios en los que estacionar en estas condiciones para poder garantizarte un poco más de confort en el interior del habitáculo. También puedes ayudarte usando parasoles o cortinas que hagan que los rayos solares no entren en el interior.
El agua hace que la temperatura del aire disminuya, por ello una buena opción para conseguir que el aire de tu coche salga un poco más fresco es colocar trapos o toallas húmedas justo en las rejillas de salida. Con esto conseguirás que el aire se enfríe rápido y por consiguiente lo haga también el habitáculo. Este truco es mejor utilizarlo cuando viajas con alguien, de esta forma él podrá encargarse de humedecerlos cuando sea necesario.
El hielo ayuda a bajar la temperatura, así que para conseguirlo deberás utilizar bolsas de hielo impermeables y colocarlas en el suelo del coche. Con ellas conseguirás bajar un poco la temperatura del habitáculo durante un tiempo, sobre todo si se trata de trayectos cortos.
Por otra parte, es habitual utilizar un parasol que cubra las lunas en un intento de atenuar la subida de temperatura en el interior del vehículo, o incluso cubrir los asientos con telas que absorban el calor para retirarlas justo antes de subir al coche, persiguiendo el mismo fin.
El parasol es un elemento muy útil, y a veces indispensable, para evitar poder iniciar la marcha sin quemarnos las manos por contacto con el volante tras haber estado el coche unas cuantas horas al sol. No obstante, este elemento no puede evitar que el calor se transfiera por contacto desde el techo hasta el resto del habitáculo, e incluso por convección hacia el aire del interior.