La ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es un control técnico al que deben someterse periódicamente todos los vehículos de España para poder seguir circulando por las vías públicas.
Este trámite se rige por el “Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones I.T.V.” del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y tiene el objetivo de reducir el riesgo de accidentes en carretera producidos por causas técnicas, así como el impacto medioambiental que tienen estos medios de transporte.
Su periodicidad se fija en base a dos aspectos: la antigüedad y el tipo de vehículo que se va a inspeccionar, y toma como punto de referencia la fecha de la primera circulación.
Así, las motos y automóviles deberán pasar su primera ITV cuatro años después de su matriculación. A partir de esta fecha, la periodicidad se reduce a dos años hasta que alcanzan los diez años de antigüedad, momento en el que tendrán que pasar la prueba cada año.
Los vehículos industriales, en cambio, tienen unos plazos más reducidos, ya que deberán pasar su primera inspección dos años después de haber sido matriculados. Esta periodicidad se mantiene hasta que cumplen los seis años. Llegados a este punto, estos vehículos tendrán que pasar las pruebas año tras año hasta que alcancen los diez años de antigüedad y el periodo se reduzca a seis meses.
Cumplimentar la ITV es una obligación para todos los conductores, que deberán someter a su vehículo a examen dentro de las fechas establecidas. No hacerlo está sancionado con multas que pueden ascender hasta los 500 euros, dependiendo de si se circula con una ITV caducada, negativa o desfavorable.
Pasar la ITV puede salirnos más o menos caro dependiendo del lugar en el que nos encontremos. Recientemente, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) ha publicado las tarifas oficiales y actualizadas de estos exámenes en cada una de las Comunidades Autónomas de nuestro país y ha dado a conocer sus significativas diferencias de precios, que pueden separar en más de quince euros a la oferta más cara de la más barata.
De acuerdo a los datos de este organismo, el lugar más caro para pasar la ITV, tanto si se dispone de un coche propulsado por gasolina como por diésel, es Ceuta, donde los conductores deben pagar 42,87 y 50,85 euros, respectivamente. Lo mismo ocurre con las motos, cuyo precio es de 22,61 euros.
Después de Ceuta, los otros dos lugares donde más cara es la ITV para automóviles tanto de gasolina como de diésel son el País Vasco y Cantabria, donde las tarifas son de 39,21 euros y 40,94 euros euros y de 36,07 euros y 40,83 euros, respectivamente.
Por el contrario, los lugares que ofrecen los exámenes más baratos para los vehículos propulsados por gasolina son Mallorca, donde la tarifa es de 17,01 euros, Menorca, con un precio de 25,554 euros, y La Rioja, donde el precio máximo es de 25,83 euros.
En el caso de los vehículos propulsados por diésel, el lugar más económico para superar el examen es Extremadura, con un precio de 29,25 euros, seguido por Mallorca, con una tarifa de 30,92 euros, y La Rioja, donde se cobran 33,54 euros.
Los precios aportados por AECA-ITV son las tarifas máximas que aplican estas Comunidades Autónomas, y no incluyen ni el IVA ni la tasa de la DGT por anotación del resultado de la inspección en el RGV, aunque sí el importe que se debe abonar a cada Comunidad Autónoma por la gestión. En el listado, además, no aparecen ni la Comunidad de Madrid y la de Murcia, ya que en ambas regiones el mercado no está regulado.