El Fiat 500 cumple 65 años sin ganas de jubilarse: diferencias entre el modelo del 57 y el que ahora ves en la calle

  • Las ventas de ahora no tienen nada que ver con las de hace seis décadas, donde apenas había competencia

  • La esencia es la misma, pero hasta el tamaño es muy distinto

  • Peso, potencia, seguridad, tecnología… nada que ver entre uno y otro

65 años. ¡¿Quién te ha visto y quien te ve?! El Fiat 500 acaba de cumplir la edad de jubilación pero sus intenciones no pueden ser más distintas. Aún con muchas ganas de seguir liderando la movilidad en las pequeñas y grandes ciudades, este emblema del automovilismo mundial se parece muy poco al que vio la luz hace 65 años. Es cierto que sus formas exteriores y su “mirada” no han cambiado demasiado con el paso del tiempo, pero el modelo que nació en 1957 y el que se vende en 2022 poco o nada tiene que ver.

Han corrido ríos de tinta a propósito del nacimiento del Fiat 500. De hecho, muchos piensan que el modelo que vio la luz el 4 de julio de 1957 en la línea de producción de Mirafiori (Turín) creado por Dante Giacosa, no era más que una continuación del trabajo empezado en los años 30, con un diseño similar, que al final se deshecho por múltiples vicisitudes.

Durante los 18 años siguientes se llegaron a fabricar casi 4 millones de unidades del mítico Cinquino (3.893.294), que recibió diferentes sobrenombres aquí y allá, como Topolino o Fito. Lo mejor de lo mejor, es que eran tan duros y estaban tan bien hechos, que hoy en día se conservan más de 300.000 Fiat 500 originales en el mundo. Algo que es prácticamente imposible que pase con cualquier modelo actual, mucho menos duradero en el tiempo.

La Nuova 500 tenía un planteamiento básico a más no poder, la idea era que fuera muy barato para que todo el mundo pudiera adquirir una unidad. Con las puertas al revés, no llegaba a los 3 metros de longitud. Su motor de dos cilindros y 479 centímetros cúbicos y junto a su caja manual de 4 velocidades, no podía pasar de 85 km/h. Hoy en día consideraríamos ridículo conducir un coche con sólo 13 caballos de potencia y tracción trasera.

Una evolución lógica pero no siempre acertada

A lo largo de estos 65 años el coche ha evolucionado, con algún parón en fábrica, pero siempre siendo la seña de identidad de la ciudad de Turín y de Italia en general.

Antes de llegar al Fiat 500 eléctrico que se vende en la actualidad con 220 caballos de potencia y 3,63 metros de longitud, y la friolera de 1.400 kilos de peso, frente a los apenas 500 del original, ha pasado por diferentes etapas, incluso, ha dado nombre a una familia, donde no faltan el más campero Fiat 500X y el más familiar, el monovolumen ciudadano Fiat 500L. Incluso ha tenido versiones furgoneta, de 7 plazas, etcétera. Prácticamente todos los derivados de la carrocería, salvo la cabrio, han pasado sin pena ni gloria por los mercados internacionales.

Su mirada reconocible es todo un símbolo y una garantía de ventas, para una marca, Fiat, que englobada en el grupo automovilístico Stellantis no pasa por su mejor momento ante el desafío de la electrificación y la dura competencia con medio centenar de marcas de coches, algo que, en los inicios, no tenía y por eso vendía tanto, apenas había opciones donde elegir. Las ventas actuales no se parecen en nada a las de hace 65 años, pero el popular 500 sigue paseando su pedigrí por las grandes y pequeñas urbes de casi todo el mundo.

Conectividad, seguridad, ayudas a la conducción… todas las novedades del mundo de las 4 ruedas han hecho engordar y crecer al mítico Cinquecento hasta empezar a rozar los 4 metros, y alguna de sus versiones ya lo sobrepasan ampliamente. Es más, los 38.000 euros que puede llegar a costar ahora la versión Cabrio La Prima con 87 kW de potencia eléctrica, no se parecen en nada a las 490.000 liras de la época que costaba en su lanzamiento al mercado en 1957.

Airbags, radares, chips, bluetooth, gps, diferentes sistemas de ayuda a la conducción, sensores, etcétera… de verdad que el coche que se vende actualmente, movido por electricidad, en poco o en nada se parece al que veía la luz hace seis décadas y media. Y, desde luego, con la última tecnología disponible, el Fiat 500 que se vende en 2022 está lejos de jubilarse. Es más, sus reconocibles “Ojos” y su forma ahuevada sigue poblando nuestras vidas y enamorando a la mayor parte de sus dueños… y promete seguir dando guerra.

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