El Kia Sephia era una berlina fea. Para nada estaba pensada para el mercado europeo. Pero en 1999 Antonio Resines fue el elegido para protagonizar el anuncio televisivo de este coche de gasolina y 117 CV de potencia. Kia y Hyundai llevaban poco tiempo en el mercado europeo y decidieron que el actor español era un buen reclamo para darse a conocer. El anuncio, oscuro y con una estética discutible, se quedó grabado en la retina de los que tuvimos la ocasión de verlo.
A finales de 2022, Hyundai está celebrando con versiones conmemorativas el 30 aniversario de su desembarco en España. Apenas unas pocas unidades vendidas en los primeros años no auguraban un futuro halagüeño. El Accent, un utilitario, poco a poco encontró su hueco gracias a un precio de adquisición muy competitivo. El Coupé fue el primer coche con el que la marca coreana triunfó en nuestro país, con varias versiones y renovaciones, que fue el primer coche de muchos jóvenes de principios de este siglo XXI. A partir de ahí, la gloria, avalada por un número de ventas que ya quisieran las principales marcas europeas, generalistas o no.
Kia y Hyundai acaparan en torno al 14% del mercado en 2022. Eso significa que uno de cada siete coches que se vende en nuestro país en la actualidad procede de Corea del Sur. Para que te hagas una idea de lo que significa este dato más claramente, de los 800.000 coches nuevos que se van a vender en España, 100.000 van a tener el logo de Kia o de Hyundai. Casi nada.
Su renovada y amplia gama de vehículos, la buena relación calidad-precio y la diversidad de tecnologías (son los únicos que tienen a la venta coches eléctricos, de hidrógeno, híbridos tradicionales, híbridos ligeros e híbridos enchufables, además de gasolina y diesel) les hacen ser líderes indiscutibles de un mercado en crisis donde la inseguridad del comprador por no tener clara la normativa futura y la falta de sensores y microchips, no ayuda a que el volumen de ventas sea igual al de años anteriores.
Durante muchos años, los primeros tras el desembarco en Europa, el diseño de los coches no era nada atractivo, pero gracias a sus precios, más bajos que los de la competencia, pudieron abrirse paso en un mercado muy competitivo. Poco a poco, tanto Kia como Hyundai mejoraron en diseño, en tecnología, apostaron por motores más eficientes y, además, por unas garantías que superan e incluso doblan y triplican a las de sus rivales: Hyundai ofrece 5 años de garantía y Kia llega a los 7. Imbatible.
Los Cerato, los Shuma, anticuados y feos, dejaron paso a los Ceed, los Sportage, en el caso de Kia. Los Accent y Coupé, que ya fueron un éxito para Hyundai, evolucionaron a coches muy apetecibles como Kona, Tucson o Santa Fe, los SUV referencia del mercado nacional y con un protagonista, el Tucson, que cada año bate su propio récord de ventas y ha sido el único capaz de destronar al Nissan Qashqai, que dominó el mercado SUV durante una década larga.
Personalmente, he podido probar toda la gama actual de unos y otros y es top. A pesar de que Kia vende unos cuantos coches más que Hyundai cada año, me quedo con el diseño arriesgado y la calidad de ajustes y acabados de esta segunda.
Además, Hyundai ha creado una nueva marca para englobar sus coches eléctricos. Se llama Ioniq, y la semana que estuvimos probando el neo retro Ioniq 5 será difícil de olvidar por sensaciones y por calidad al volante. De hecho, Madrid será el escenario en marzo del año que viene de la presentación mundial del nuevo Ioniq 6, una berlina que aseguran que podrá recorrer más de 650 kilómetros con una sola carga de batería.
Por si esto fuera poco, es una de las pocas marcas, la única junto a Toyota, que ya vende en el mercado coches de hidrógeno. El Nexo es un SUV de 4,67 metros de largo que ya ofrece 800 kilómetros de autonomía y, en este caso, se ha adelantado claramente al desarrollo de las “hidrogeneras”, pues sólo hay una en toda España que funciona cara al público, y está situada en Madrid.
Queda claro que lo que hace tres décadas eran dos marcas con productos muy básico, con un diseño difícil de atrapar al público y unas prestaciones normalitas, han evolucionado en este tiempo de una manera tan brutal, que ya el precio ha dejado de ser un aliciente para sus ventas, cambiando esta idea por la calidad, la innovación, la tecnología y unas líneas futuristas que, claramente, han dejado en fuera de juego a las marcas generalistas del viejo continente.