Ya ha llegado el calor del verano y nos entran sudores solo de pensar en coger el coche en julio y en agosto si estaba al sol. Muchos conductores ni tienen garaje ni la posibilidad de aparcar a la sombra y el rato que se pasa hasta que el aire acondicionado hace efecto es un suplicio. En Uppers hemos probado el truco japonés sobre cómo enfriar tu coche sin usar el aire acondicionado y damos fe de que funciona.
Según explican desde la DGT, las condiciones para una conducción ideal se dan cuando en el interior del vehículo la temperatura oscila entre los 21 y los 23 grados, ya que los efectos que provoca en el conductor tanto el calor como el frío ponen en riesgo su seguridad. Si nos centramos en el calor, por ser la temporada que ahora nos toca, desde este organismo subrayan que “conducir con calor, a más de 25 grados, provoca una disminución de la atención y de la concentración y se incrementa el tiempo de reacción ante un imprevisto”.
Con la experiencia y las estadísticas en la mano, en la DGT aseguran que “el riesgo de sufrir un accidente asciende hasta el 20% si conducimos con una temperatura elevada”. Las cifras muestran que, “conducir con 35 grados provoca que el conductor deje de percibir el 20% de las señales de tráfico y también hace aumentar sus errores alrededor del 30%”, puntualiza.
En primer lugar, las altas temperaturas incrementan la sensación de fatiga que percibe el conductor, lo que a su vez provoca una reducción de sus reflejos. Así, disminuye la capacidad de reacción ante los imprevistos, como frenar si aparece un peatón de forma repentina en la calzada, por ejemplo, un niño pequeño corriendo tras un balón. También provoca somnolencia.
En segundo lugar, el calor reduce la capacidad de visión y ocasiona deslumbramientos. Conducir con una temperatura de 35º C “supone que dejamos de percibir entre el 10% y el 20% de la señales de tráfico, lo que incrementa los errores, las distracciones y los despistes”. En tercer lugar, el calor extremo aumenta el nerviosismo y hasta genera agresividad lo que al final provoca que se conduzca en un estado de estrés que directamente incrementa el riesgo de sufrir un siniestro en la carretera.
Con todo ello, la recomendación lógica sería no conducir cuando el coche está aparcado al sol o a la intemperie si el calor aprieta, porque además dentro del habitáculo la temperatura será muy superior a la exterior. Sin embargo, las obligaciones diarias impiden cumplir el consejo. Por una parte, muchas veces tenemos prisa y el tiempo disponible juega en contra: encender el coche, que el sistema de climatización haga efecto y una vez frío el habitáculo iniciar el trayecto... Por otra parte, hay vehículos que no disponen de aire acondicionado y sus conductores deben emplear otros recursos para conducir en verano en unas condiciones seguras.
Según un profesor japonés hay un método efectivo baja bajar la temperatura del interior del habitáculo del coche hasta en 10 grados sin necesidad de poner en marcha el motor. El truco consiste en llevar a cabo estos pasos:
Con estos sencillos pasos se crea una corriente que provoca que una gran parte del aire caliente que se había acumulado dentro del coche salga expulsado al exterior.
Otras recomendaciones para que la temperatura del vehículo no se ponga imposible son las que siguen a continuación:
Según ha publicado la Agencia Estatal de Meteorología, en España las olas de calor son cada vez más comunes e intensas al igual que los veranos se van alargando. Las predicciones apuntan que en junio, julio y agosto las temperaturas serán muy superiores a lo habitual, tanto en el interior peninsular como en Baleares y en Canarias podrían estar ligeramente por encima del promedio. Con este panorama, será de mucha utilidad poner en práctica todos los consejos incluyendo el sencillo truco japonés.