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La garantía de un vehículo vence a los dos años habitualmente. Después, ciertas reparaciones de una avería o las causadas por un accidente, que no cubre el seguro, pueden ser excesivamente caras. Una opción viable que reduce la factura es adquirir los repuestos en un desguace, hoy conocido como Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV). Sin embargo, según los expertos en automoción, hay repuestos más aconsejables que otros. En Uppers les hemos consultado qué piezas para el coche merece la pena comprar en el desguace.
Los desguaces en España dejaron de ser lugares donde se abandonaban los vehículos sin control. Hoy, la mayoría son negocios fructíferos, cuyos procesos están altamente automatizados y además cumplen una importantísima función de protección medioambiental. Estos CATV se ocupan de gestionar todos los trámites administrativos y físicos de los vehículos que ya no pueden circular por haber sido rechazados en la ITV, de los que han sido embargados o de aquellos que han sufrido un accidente donde no es rentable una reparación, ni por las piezas que habría que sustituir ni por la mano de obra correspondiente, entre otros.
En un desguace se tramita la baja definitiva de estos coches en Tráfico, se descontaminan con la gestión de los residuos peligrosos que todavía albergan como el carburante, el aceite o los líquidos y se recicla hasta el 95% de sus elementos apoyando la economía circular en el sector de la automoción.
De cada vehículo se realiza un meticuloso proceso de desmontaje porque muchas de sus piezas se pueden volver a reutilizar si están en buenas condiciones. Estos repuestos se comercializan a un precio mucho más bajo que si se compran nuevos y son la solución para aquellas piezas que ya no se fabrican ni se han sustituido por otras en el caso de modelos muy antiguos. El resto de materiales y complementos se reciclan, se procesan y se venden para convertirse en materias primas industriales.
En los coches de alta gama los recambios son caros de modo que cabe la opción de valorar si merece la pena adquirirlos en un desguace o CATV. Tal como señalan desde estos centros el ahorro en piezas concretas oscila entre el 20% y el 80% con respecto a una nueva. Sin embargo, no en todas compensa ya que algunas acusan en exceso el desgaste que genera la conducción por tanto siempre será mejor comprarlas de estreno.
Según los expertos en este campo, las piezas que merece la pena plantearse su adquisición en un desguace son las siguientes:
La electrónica de los vehículos muchas veces no se ve afectada en determinados accidentes de modo que en los desguaces se pueden encontrar ciertas placas en perfectas condiciones y a un precio muy reducido como, por ejemplo, el motor de las ventanillas.
Otro repuesto que se comercializa en estos centros son las bombillas de los faros, un elemento con un número elevadísimo de horas de duración. Una recomendación en este caso es comprobar que las luces proceden de los faros de un vehículo que no ha sufrido ningún golpe en el lateral al que pertenecían.
Muchas veces vehículos nuevos se ven involucrados en un accidente o son embargados quedando las lunas impecables. Además, son unidades que a simple vista se puede verificar que no tienen ningún desperfecto.
Los parachoques o paragolpes y determinados elementos estéticos como alerones, embellecedores o protectores laterales también están disponibles en los desguaces. Incluso, en el caso de que vayan pintados, serán más económicos que nuevos; siempre se puede solicitar en el taller que se pinten del color de la pintura del coche en el que se van a montar de modo que no se note nada la reparación.
Los asientos de los vehículos nuevos son caros más cuando incorporan toda la electrónica actual de movimiento y sistemas de calefacción. En un desguace se puede encontrar uno acorde al modelo del vehículo a un precio mucho más reducido. Como sucede con las lunas cabe la posibilidad de ver su estado antes de adquirirlo.
El turbo es un sistema de sobrealimentación que comprime el aire, haciendo posible que el motor reciba más oxígeno para realizar la mezcla con el combustible. Esta pieza es delicada, cara y suele tener una gran demanda. En los desguaces se encuentra el turbo de la mayoría de los modelos.
Un espejo retrovisor adquirido directamente en un taller oficial de la marca es una pieza cara. Las unidades de los modelos más antiguos además son difíciles de encontrar debido a que ya ni siquiera se fabrican.
Aunque parezca imposible el motor de un vehículo se puede recuperar y reacondicionar para un nuevo uso. En el desguace disponen de unidades de modelos que han sufrido un embargo o un accidente, pero no se han visto afectados a un precio muy inferior a uno nuevo.