Habrá quien diga que el automóvil más icónico de la historia de la industria audiovisual es el Delorean DMC-12 de 'Regreso al futuro', otros defenderán que no habrá como KITT, el Pontiac Firebird que conducía Michael Knight en 'El coche fantástico'; y algunos más dirán que el más emblemático es el Batmóvil, el coche del Caballero Oscuro.
Desde luego, el automóvil de Batman sí es el más longevo y el que más modificaciones ha sufrido a lo largo de las décadas para adaptarse a los tiempos. Se le vio por primera vez en las páginas de Detective Comics 48 y desde entonces hemos disfrutado del modelo Lincoln Futura de la serie de televisión de los 60, el diseño más estilizado de Anton Furst de las películas de Tim Burton o el futurista tanque Tumbler de la saga protagonizada por Christian Bale.
Es este último vehículo, que debutó en 'Batman Begins' (2005), el que ahora podrías tener en tu garaje al autorizar Warner Bros la fabricación por parte de Action Vehicle Engineering de diez réplicas exclusivas, totalmente funcionales y casi exactas del modelo original. Eso sí, para conseguir uno deberás desembolsar casi 3 millones de euros, aunque antes tendrás que apuntarte a una lista. Y si la empresa diera luz verde precisamente a tu solicitud aún deberás esperar 15 meses para que sea tuyo.
Obviamente, no podrás disfrutar de parte del equipamiento del Tumbler original, también conocido como Acróbata. Es decir, no tendrás las ametralladoras gemelas frontales, ni el lanzacohetes, ni las minas explosivas desplegables, ni el modo invisible, ni, ejem, el mecanismo de autodestrucción. Pero cada unidad cuenta con detalles fieles al diseño del vehículo militar archivado en Wayne Enterprises.
El Batmóvil pesa unos 2.500 kilos y mide 4,65 metros de largo y más de 2 metros de ancho. Está impulsado por un potente motor LS3 V8 de 6.2 litros de General Motors, que entrega 525 caballos de potencia y un par máximo de 660 Nm dirigido a las ruedas traseras. La transmisión es automática, una GM 4L85E con levas al volante para cambio manual y las ruedas son gigantes, especialmente en la parte trasera.
La carrocería está construida con una mezcla de carbono, kevlar, fibra de vidrio y paneles de metal, todos ellos acabados en el tono negro característico del murciélago. El interior es muy fiel al de la película, aunque la empresa dará a cada cliente la posibilidad de equipar su vehículo a su gusto. Además, incluye extras que uno ya espera en cualquier coche convencional, como un sistema de aire acondicionado, un navegador GPS y una pantalla táctil de 10 pulgadas.
La parte negativa es que, pese a todos sus lujos y comodidades, el vehículo no está homologado para circular en vías públicas en ningún país. Tendrás que olvidarte de ir presumiendo al volante por las calles de tu ciudad pero, a cambio, tendrás algo muy chulo que enseñar a tus invitados. Y, recuerda, tres millones de euros menos en la cuenta.