A principios de la década de los años 60 Aston Martin dio un golpe sobre la mesa en relación a su relevancia como marca al sacar uno de los vehículos más icónicos y emblemáticos de la historia del motor: el Aston Martin DB5. Pero este coche no solo es historia del asfalto, también lo es de la gran pantalla, pues debutó allá por el 64 en “Goldfinger” acompañando al James Bond de Sean Connery en su película, ganando desde ese momento una gran fama. Si lo recuerdas con cariño, seguro que esto te interesa: llega una réplica de lujo para niños, ¿el nuevo regalo perfecto para tus nietos... o para ti?
Pero claro, hablamos de un DB5 junior, por lo que las ilusiones se desmoronan un poco al saber que su tamaño es a una escala de dos tercios, así que es algo más pequeño que el original, adaptado para los más pequeños. Eso sí, esto no quita que los mayores no puedan disfrutar de ese juguete que te trae grandes recuerdos de tu juventud. Esta réplica que trae de vuelta a la primera línea a uno de los modelos más recordados de la marca británica es una colaboración entre ellos y The Little Car Company, un proyecto que ha tardado más de un año en desarrollarse hasta tener este modelo final.
Realmente es calcado al original, y esto se debe a que han utilizado escaneo en 3D de uno de los DB5 originales para su construcción y así tener una precisión exacta de que este impresionante juguete es verdaderamente idéntico al original, aunque algo más pequeño, eso sí. Y lo de juguete no estaría mal ponerlo entre comillas, pues su tamaño no es apto para cualquier sala de juegos a no ser que haya espacio para él en el garaje, ya que mide tres metros de largo por más de uno de ancho, lo que permite, y esto hay que celebrarlo, que dentro puedan ir un niño y un adulto sin problemas de espacio.
Su peso asciende a 270 kilos, por lo que es mucho más ligero que cualquier otro automóvil, pero obviamente es más pesado que el resto de coches de juguete, en parte por su chasis de aluminio y una carrocería rígida y robusta. Entre sus novedades también está que tu hijo o nieto podrá jugar a ser el James Bond más sostenible, pues cuenta con un motor eléctrico de 6’8 CV, lo que le permite llegar a los 48 km/h, así que controla muy bien su uso en los más pequeños. Además, sus baterías permiten una autonomía total de entre 16 y 32 kilómetros.
Pero para llevar un buen control existen tres modos diferentes de conducción para así adaptar el coche a las necesidades o condiciones de cada niño. Estas se dividen en principiante, experto y carrera, limitando en cada una de ellas la velocidad máxima. La “mala” noticia es que hasta 2021 no va a comenzar la producción de los 1.059 ejemplares que se van a construir, el mismo número de coches que el original, siendo una edición limitada que costará unos 40.000€.
Y hay más, pues para los que quieran algo todavía más premium también se va a lanzar otra versión, el DB5 Vantage Junior. Este coche es todavía mejor, pues su precio se estipula que va a superar los 50.000€. Entre sus diferencias está su carrocería de fibra de carbono y una batería superior de 13’4 CV que eleva su autonomía por encima de los 60 kilómetros.
Además de su espectacular acabado en todos los sentidos que lo hace idéntico a su versión de adultos de los años 60, esta versión junior del coche de 007 tiene grandes opciones de personalización para los más pequeños, desde el color del interior y el exterior, accesorios como maletas, o matrículas personalizadas. Desde luego que sentirse James Bond ya no es solo posible para los mayores, los niños también podrán jugar a ser uno de los mejores espías de todos los tiempos.