Velocidad, foto y traición: descubre una infidelidad gracias a una multa de tráfico que llega a casa
Cuando las consecuencias del exceso de velocidad van mucho más allá de una simple multa
En la foto del radar, se ve al marido infiel con una mujer que no era la oficial
Los hechos acabaron en un juicio donde el marido confesó la infidelidad
La historia que os vamos a contar aquí es muy de Luis García Berlanga, muy de José Luis Cuerda, muy de la España nuestra que tanto nos gusta y tanto queremos… pero ¡oh, sorpresa!, ha pasado en la desarrollada y primera potencia mundial Alemania. Ni más ni menos que en Dusseldorf, la ciudad del Oeste alemán bañada por el Rin y cuyas calles comerciales están llenas de arte y moda.
Resulta que las infidelidades entre marido y mujer no son específicas de una región, un país o de una determinada edad. Es una práctica, nos guste o no, que existe 'around the world' y sus consecuencias son de lo más inesperadas, sobre todo tras ver lo que viene a continuación.
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Una mujer alemana ha descubierto la infidelidad de su compañero de vida por una multa de tráfico. Tan fácil y absurdo como que el coche que alquiló el marido y con el que se cometió la infracción se realizó con una tarjeta de crédito cuya dirección era la conyugal. En la notificación del exceso de velocidad, había una foto en la que se veía a su pareja con una mujer al lado que, se descubrió, era su amante.
Un misterio con una solución de lo más habitual
Es más, la mujer que recibió la multa no sólo estaba segura de que ese día ella no había conducido el coche que cometió la infracción, sino que también era consciente de que la mujer que aparecía en la foto no era ella. La sorpresa fue morrocotuda al comprobar en la foto que acompañaba a la notificación de la infracción, que la persona que conducía el coche infractor era la amante de su pareja, que estaba en el puesto del copiloto.
El tema se complicó bastante, obviamente, la mujer tuvo que comparecer ante el juez para demostrar que la multa no era para ella, pues la foto no se correspondía: la mujer que conducía no era ella, ni había estado nunca dentro de ese vehículo.
Por cierto, el punto de la infracción era la entrada al túnel de Rheinufer, dónde una cámara de tiro delantero captó el coche de la denunciada a 87 km/hora, cuando la velocidad máxima permitida es de 60 km/h.
Un juicio rápido y esclarecedor
El juez no tuvo más remedio que absolver a la mujer propietaria del vehículo y los hechos eran tan contundentes, que el marido no tuvo más remedio que confesar la infidelidad y, para más inri, su amante, que no se presentó al juicio, tuvo que hacerse cargo de la multa por la infracción cometida.
Porque las informaciones vienen de varias fuentes distintas alemanas, pero si me dicen que ocurrió en España, me lo creo sin dudar un solo segundo. Grande Berlanga.