Pasar la ITV no solo para evitar la multa: tu seguro podría no cubrirte

  • La multa puede ir desde los 200 hasta los 500 euros

Estamos de acuerdo en que tener que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) cada equis tiempo de manera obligatoria es un engorro. No solo por el dinero que cuesta, que a veces es incluso lo de menos, sino por tener que ir a horas intempestivas, soportar colas o tener que pedir el día libre en el trabajo para poder cumplir con la norma que permitirá circular a nuestro vehículo de forma legal.

Ese requisito que, en un automóvil normal, hay que cumplir a los cuatro años de su compra y en lo sucesivo cada dos años, es imprescindible para la buena marcha del negocio, como diría un castizo. Circular sin la ITV es una infracción del código de la circulación, pero puede acarrear otras consecuencias incluso más graves, como la que afecta al seguro del vehículo. Te contamos aquí por qué tener al día la ITV es algo que debes cumplir con puntualidad espartana.

Mejor todo en regla…

La misión principal de esta inspección es certificar que el vehículo está en perfecto estado para circular por la red viaria. Para empezar a entendernos, la multa por no tener la ITV en regla es de entre 200 y 500 euros, en función de si el último informe ha sido desfavorable (200) o negativo, cuando las deficiencias son graves (500). Las autoridades incluso pueden dar de baja el vehículo si lleva demasiado tiempo sin la aprobación de la ITV.

La tecnología va un paso, o dos, por delante de nosotros, y no es necesario que un agente en un control compruebe en la documentación del vehículo que la ITV está caducada. Todo está informatizado e incluso hay cámaras y radares que leen las matrículas y detectan la ilegalidad.

La aseguradora se puede negar a pagar un solo céntimo

La guinda del macabro pastel sería tener un accidente con el vehículo sin la ITV pasada. La compañía de seguros tiene todo el derecho a negarse a pagar los daños propios porque se considera que está infringiendo la normativa. De hecho antes de tomar ninguna medida ni efectuar ningún pago estudiará muy detenidamente las circunstancias del suceso. Sin embargo, la teoría dice que los daños a terceros del accidente sí que corren a cargo de la aseguradora.

Pero no todo queda ahí, ya que si se demuestra en el informe pericial que el accidente habría podido evitarse pasando la ITV, la compañía de seguros asumirá la indemnización a terceros de la cobertura de Responsabilidad Civil Obligatoria, pero reclamará todos los gastos al titular del vehículo, al tomador del seguro o al conductor, según proceda.

Lo que parece inconcebible en países civilizados no es una práctica tan rara en nuestro país. Un estudio de una de las aseguradoras más importantes confirma que en torno a la mitad de los vehículos que circulan por nuestras carreteras tienen algún defecto y no pasarían a la primera la siguiente ITV.