Las compras de coches han caído en los últimos meses debido a la crisis derivada del coronavirus que azota a nuestro país y al resto del mundo desde que apareció el virus a principios de año. Entonces a muchos les viene a la mente optar por el renting o el leasing, dos formas de tener un buen coche en tu garaje pero sin que sea tuyo, aunque ambas formas tienen sus diferencias que pueden hacerte optar por una u otra. Pero en definitiva lo que te permiten estos medios es tener muy buenos coches, incluso deportivos de lujo, en tu poder durante un tiempo. No suena nada mal, ¿no?
Los dos fueron creados con fines empresariales pero lo cierto es que cada vez llega a más y más gente de a pie. Sin rodeos, ambos son tipos de alquiler de coches durante un tiempo estipulado por contrato pero con ciertas diferencias, ya que en el renting no existe la posibilidad de compra, mientras que en el leasing sí que está esa opción si una vez acaba el contrato de ese alquiler la persona quiere pagar la cuota restante y acabar teniéndolo en su poder.
Otro de los aspectos que más los diferencia puede que sea el contrato, pues el leasing es algo más estricto, siendo el tiempo mínimo de dos años sin que se pueda anular el contrato en ese tiempo. Por su parte el renting sí que tiene la opción de cancelación de contrato, aunque en la mayoría de veces hay que tener en cuenta que existe una posible penalización. En el renting los gastos de mantenimiento también se incluyen, pero en el leasing no, además de la cuota mensual también hay que pagar las revisiones o las visitas al taller, así como la contratación de un seguro para el vehículo.
Dicho esto, son muchas las personas que aprovechan estas formas de tener un coche a su disposición para aparcar en su garaje grandes joyas del motor que de otra forma podría ser más complicado adquirir debido al desembolso inicial. Dado a que son coches de lujo, con gran potencia y lo que ello conlleva, más gasto en combustible, muchas personas prefieren el renting de forma que el alquiler solo dura unos pocos meses o incluso semanas o días, sin llegar a presumir de ellos durante largas temporadas, más bien lo contratan como capricho puntual. Por eso mismo más bien altos directivos o los más adinerados son quienes optan por el leasing por su alto coste, lo que no quita que algunos prefieran el renting para cambiarlo cada poco tiempo.
Al final el leasing es mucho más idóneo para los que al finalizar el contrato quieren hacerse con el vehículo y comprarlo, mientras que el renting o el simple alquiler de deportivos de lujo es algo más puntual pero un desembolso algo más grande si realmente quieres presumir constantemente de grandes modelos automovilísticos. Algunos de ellos son impresionantes, desde los mejores Ferrari a Aston Martin o Lamborghini, todos espectaculares. Pero como decíamos el problema podría ser su precio, en modelos más que llamativos por encima de los 1.000 euros al día y en los más top pudiendo superar los 2.500 euros al día, como un Lamborghini Aventador. Quizá aquí el leasing compense más si se quiere ahorrar algo al ser pagos mensuales, aunque haya que conservar más tiempo el vehículo en tu poder.
El leasing y el renting tienen diferencias llamativas, pero cuando se trata de coches de lujo todo depende de las intenciones que tengas, si solo quieres fardar unos días de un grandioso deportivo o si por el contrario quieres tenerlo en tu poder un buen tiempo porque has quedado totalmente prendado. Una balanza que se inclinará hacia un lado u otro dependiendo también del desembolso monetario que se pretenda hacer para conseguir conducir ese espectacular deportivo de lujo.