Atención a esto, que tiene pinta de ser una oportunidad única. Un compañero Upper vende sus coches, porque en su trabajo no está bien visto que conduzca un coche de la competencia. Los precios no son demasiado económicos, pero aún con eso deberíamos echar una mano a este compañero que está pasando un mal rato –vaya añito le está dando Verstappen y Red Bull-. A pesar de los altos precios, los dos Ferrari que vende Toto Wolf, jefe del equipo Mercedes F1, son ediciones exclusivas que, como poco, no van a perder valor con el paso del tiempo.
Y es que este vienés de 49 años, Torger Christian Wolff, más conocido por ser el director ejecutivo de Mercedes-Benz Fórmula 1, es en realidad un ex piloto que siente un gran amor por los coches rápidos y que, además, es uno de los personajes más envidiados en el mundo del motor por su gran carrera de éxitos en F1, siendo además accionista de la escudería más laureada de la década, con un 33% de las acciones.
“Me siento mal conduciendo un Ferrari”, ha declarado hace escasos días el bueno de Toto Wolff, una frase que suena a excusa barata y muy de cuñado, pero que quizá en su caso sea el único que puede decirlo en voz alta sin que se le rían en la cara. Así las cosas, además de un Mercedes-Benz SL 65 AMG Black Series en un negro arrebatador y que él mismo ayudó a desarrollar, hay otros dos coches a la venta que son los que se llevan toda la gloria, más que nada, por ser dos Ferrari tan exclusivos como el Ferrari LaFerrari Aperta y el Ferrari Enzo.
No nos despistemos con los Cavallinos porque este AMG es uno de los sólo 350 que se fabricaron. El mismo Toto Wolff se dio unas cuantas vueltas a Nurburgring para desarrollarlo. Lo adquirió nada más salir a la venta, en 2009, y no tiene muchos más de 5.000 kilómetros en su cuentakilómetros. 670 CV de nada, la barbaridad de 1.200 NM de par y un precio de venta en su día de 300.000 euros son datos que no se pueden pasar por alto.
En cuanto a las codiciadas máquinas de Maranello, ambas lucen el mítico rojo Ferrari en sus carrocerías. El primer Ferrari protagonista de esta venta es uno de los 210 ejemplares que existen en el mundo del LaFerrari Aperta, un coche descapotable creado para celebrar el 70 aniversario de la firma italiana. 4 millones de euros costaba en 2018 cuando salió al mercado. Unos dicen que la unidad a la venta no se ha usado, otros que sólo tiene 99 kilómetros… en cualquier caso, está casi a estrenar, único dueño.
Este híbrido enchufable tiene un motor de 6,3 litros, un V12 atmosférico con 800 CV de potencia y un sistema KERS al estilo de la F1 que otorga 163 CV más. En total, 963 CV de potencia y un par motor de 900 Newton Metro. Sin duda, el Ferrari más veloz fabricado en serie hasta la fecha.
El Ferrari Enzo que también se vende data de 2003 y sólo tiene 2.000 kilómetros en su marcador. De este modelo se fabricaron 400 unidades, es algo menos exclusivo, pero también, por supuesto, es más asequible que el Aperta, aunque algunas unidades vendidas hace poco casi han multiplicado por cinco su precio original. Ideado para celebrar el 60 aniversario de la marca, cuenta con un motor 6.0 litros de cilindrada y otorga 660 CV a 7.800 rpm. Toto lo compró en 2014 a su propietario, el coleccionista Emilio Gnutti.
La particularidad de este coche, y quizá por eso haya que sumar unos cuantos euros a la puja, es que dice la leyenda que la única vez que Toto hizo kilómetros “en serio” con este coche, fue en un día de paseo con su mujer, la también expiloto Susie Wolff, y el mítico piloto campeón del mundo recientemente fallecido Niki Luda.
Por si estás interesado, que nunca se sabe, la venta se realiza a través de la casa de subastas de Tom Hartley Jr, el mismo que echó una mano a Sebastian Vettel a deshacerse de sus Ferrari cuando abandonó la escudería italiana. Vamos, que sabe de qué va esto. En cualquier caso, ve preparando un buen montón de fajos de billetes.
Un último apunte más para situar la figura de Toto y la revaloración que pueden tener sus coches: desde 2014 a 2020 la escudería que dirige ha sido campeona del mundo de pilotos y constructores en la F1. Ahí es nada.