La Dirección General de Tráfico (DGT) está casi obsesionada con la velocidad en nuestras carreteras. Si pensabas que la cantidad de radares fijos y móviles ya era más que suficiente, el verano y el desconfinamiento han traído nuevas sorpresas. Además de camuflar radares en todos los vehículos de cuatro ruedas habidos, ahora toca turno a los de dos ruedas, las motos, que ya han sido vistas poniéndose a punto para cazar infractores en la zona de Galicia.
Así, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil cuenta desde ya con unas cuantas motos, se habla de casi 300 unidades, que previamente camufladas, contarán con radares de velocidad incorporado y un policía vestido de paisano y ropa reflectante, sin distintivos de la benemérita, que velarán por el respeto a las normas de velocidad en nuestras carreteras.
Desde una red social dedicada al tráfico denominada SocialDrive, se ha puesto de relevancia este plan, que lleva semanas poniéndose a punto para vigilar el tráfico y a los conductores que sobrepasan la velocidad máxima permitida de la vía, para disponer de más medios de control sobre la circulación. En estas fechas, especialmente, las distintas operaciones salida y retorno en función de los ciclos vacacionales van a conllevar una gran afluencia de vehículos a las carreteras.
Las primeras motos que han sido pilladas en estos menesteres son de gran cilindrada. La primera de ellas es una Honda ST 1300, de color negro; y la segunda una BMW R1150 RT, de color gris. También se han visto en los últimos día varias BMW R 1200 RT. Los primeros avistamientos de este tipo de radares camuflados sobre dos ruedas se han producido en la provincia de Pontevedra, en concreto, en rutas moteras habituales de la provincia, cerca de la frontera con Portugal. Son la PO-552 carretera Baiona-A Guardia, la N-541 subida Paraño, la N-555, la PO-250 y la PO-400.
La DGT ya avisó en 2019 de la adquisición de nuevos radares portátiles láser para instalar en motos, cuya licitación en el BOE anunciaba una inversión de hasta 860.000 euros. La Guardia Civil también anunció entonces la entrada en su flota de vehículos de algo menos de 300 motos para adaptar estos nuevos sistemas de detección de velocidad.
Las motos son la última herramienta llegada a la DGT para luchar contra los excesos de velocidad. Radares fijos, camuflados en coche, drones, radares con láser y en las últimas semanas hasta camiones y furgonetas de incógnito, ven ahora como se amplía el parque móvil de vehículos camuflados con la llegada de estas motos.
Esta nueva adquisición de la DGT y de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil concuerda con el reciente anuncio del ministro de Interior, Grande-Marlaska, y del director general de Tráfico, Pere Navarro, que aseguraron la pasada semana durante la presentación del dispositivo especial para la operación salida del verano, que estarán activos más de 1.300 radares repartidos por toda España para vigilar los millones de desplazamientos que se esperan.