Llega la vuelta al cole. Miles de desplazamientos en carretera todos los días con los más peques de la casa en el coche. Puede que sean tus hijos o tus nietos pero la seguridad infantil debería ser un tema primordial para los padres y abuelos y, sin embargo, no se tiene lo suficiente en cuenta.
Malas sujeciones, sistemas de retención inadecuados, sillas que no cumplen con su cometido o, directamente, imprudencias por sentar a los niños donde no deben, son algunas de las causas más comunes entre la siniestralidad infantil. Aquí te damos varias 'reglas de oro' que debes seguir para mantener la protección en el coche.
1.- La sillita, parte fundamental: la nueva normativa R129 o i-Size es la que regula todo el tema de cómo debe ser una silla homologada y, en este sentido, deja claro un aspecto fundamental: el tipo de sillita debe ir en función de la altura del niño, no del peso, como se estaba haciendo hasta hace poco. De este modo, la silla puede durar más tiempo y, además, con estos nuevos modelos también se tienen en cuenta los impactos laterales, ya que con la anterior normativa solo se tenían en cuenta los frontales.
Para Javier Luzón, responsable del departamento de Desarrollo de la Seguridad en el Vehículo de SEAT, "es sumamente importante que se use la sillita del grupo adecuado, porque el diseño de cada uno responde a unas necesidades específicas de protección del cuerpo de los pequeños".
Respecto a las que ya se tenían de antes de este cambio normativo no es necesario cambiarlas siempre y cuando estén en buen estado y no se haya tenido ningún accidente con ellas, puesto que los materiales podrían haberse degradado y no tener la misma eficacia.
2.- A contramarcha: numerosos estudios han demostrado que, lo más seguro, es llevar a los más pequeños en el sentido inverso de la marcha, al menos, hasta los cuatro años. "En caso de colisión frontal, el cuello de un bebé no está preparado para soportar el peso de su cabeza impulsada hacia delante" explica Luzón. La nueva normativa europea obliga a circular así, al menos, hasta los 15 meses.
3.- La importancia de los anclajes: el método más común de anclar la sillita al coche es mediante los cinturones de seguridad. No está de más que, cada no mucho tiempo, revises cómo está todo por esa zona y que el cinturón permanece bien anclado a la sillita.
4.- En los asientos traseros: aunque habitualmente se ven muchas sillas en el asiento del copiloto, lo más recomendable es ubicarla en los asientos de atrás, puesto que son más seguros. Si es posible y la silla puede ir bien anclada, lo más seguro es el asiento central trasero, alejado de cualquier zona de impacto. También puedes, para añadir un extra de seguridad, colocar la sillita en el asiento de detrás del copiloto, ya que así saldrá siempre por el lado de la acera más próxima.
5.- Desconexión del airbag: en el caso de que vayas a llevar al peque con una sillita en el asiento del copiloto es obligatorio, por motivos de seguridad, que desconectes el airbag de ese asiento. Busca en el manual de tu coche dónde puedes encontrar esta opción, ya que en algunos modelos se encuentra en la puerta, en otros en el salpicadero y también en la guantera. Si tu coche no permite desconectarlo, no está permitido colocar ahí la sillita.
6.- Ojo con los abrigos: es muy habitual que ni nos percatemos en que debemos quitarles el abrigo a los peques cuando los sentamos en las sillitas, pero es algo fundamental. Cuanta más ropa, más espacio entre el cinturón de seguridad (o de la sillita) y el niño y menos seguridad. Como alternativa, puedes quitarle el abrigo y ponérselo por encima a modo de manta para que no pase frío.
7.- Objetos al maletero: cualquier objeto que quede suelto en el coche, por pequeño que sea, puede suponer un auténtico artefacto cuando se produce un accidente a gran velocidad. Por ello, lo recomendable es que todo lo que no sea necesario para la marcha vaya al maletero.
8.- Con la sillita en caso de accidente: si se produjera un percance con el coche lo más seguro para la salud de los más pequeños es que los saquemos del coche con la sillita incorporada. De este modo se evita empeorar lesiones que se hayan podido producir en el accidente.
9.- Ponte el cinturón: si tú te lo pones, ellos también lo harán, y no solo porque tú les obligues a ello, sino que lo harán nada más entrar en el coche como algo automático. Y, si cogen el hábito de pequeños, ya no habrá quien se lo quite cuando crezcan.
10.- Sentido común: si no quieres que ocurra nada extraño con tu hijo o tu nieto en el coche, no hagas cosas extrañas. Sigue las recomendaciones de seguridad, que han sido creadas para el beneficio de todos y no para amargarte el trayecto. Piensa en ello y no fallarás nunca.