Empieza a hacer calor, todo el territorio está como mínimo en Fase 1 y, tras más de dos meses de confinamiento, el cuerpo pide aire fresco y vacaciones. Sin embargo, parece que la historia este año va a cambiar. Con los aviones complicados y los turistas extranjeros lejos de nuestras fronteras al menos hasta el 1 de julio, el turismo familiar nacional y en coche se impone. ¿Qué cambios supone? ¿En qué se parecerá en el de las décadas de los 70 y 80?
Ante esta perspectiva, lo más inteligente es empezar a poner a punto el coche, si no lo has hecho ya, y volver al pasado a rememorar nuestras vacaciones de otra época en la playa, con esos viajes míticos en Simca 1000, Seat 124 o el Renault 8, en los que cargábamos de todo para construir a pequeños golpes de felicidad lo que son nuestros recuerdos de la infancia. Tampoco la economía familiar invita a grandes dispendios así que el destino nacional parece claro.
Parece que va a tocar rememorar esos viajes de finales de los 70 y principio de los 80, donde Torrevieja, Cabo de Gata, Calpe o Torremolinos eran los destinos más solicitados por familias de clase media. Aunque también se puede diversificar y apuntar a la costa del norte y Portugal como objetivo.
Tal y como están las cosas, a finales de junio ya será posible efectuar viajes fuera de la provincia con nuestro coche. Para ello, lo primero que necesitamos es que hayáis seguido nuestros consejos para que el vehículo no se haya apolillado por estar parado. Una vez revisado (conviene ir pidiendo cita previa con nuestro taller de confianza para mayor seguridad) y asegurarse de que tenemos ITV y seguros en regla, queda elegir destino y cruzar los dedos para que no haya más trabas a la hora de viajar.
Eso sí, no te olvides echar en la maleta y usar unas cuantas mascarillas. Si tienes dudas de su uso al volante, te lo resumimos en cuatro puntos básicos:
También habrá que estar pendiente con el tema de las gasolineras y estaciones de servicio. Empresas como Cepsa ya han anunciado que amplían su surtido de productos higiénicos sanitarios por si a la hora de repostar necesitas mejorar tus elementos de seguridad vital. Eso sí, lo recomendable será que sólo una persona baje del coche para repostar, utilice siempre guantes y pague con tarjeta, para evitar todo lo posible el contacto más prescindible.
Y con estos mimbres, uno se acuerda de los interminables viajes de su infancia, en mi caso particular primero con un Renault 8, a partir de 1981 con un Renault 12, en los que tus padres te despertaban a las 4 de la mañana para llegar a Guardamar del Segura o a Benidorm justo a tiempo para darse un pequeño chapuzón sobre la una y media y comer ya con el frescor del bañador húmedo y una cara de felicidad que no cabía en nuestras cabezas.
Pero esto también va a cambiar. Lo de llegar y besar el santo se ha acabado. Todos los ayuntamientos con playas a su cargo van a tomar medidas para evitar aglomeraciones en los arenales. Muchas de ellas estarán disponibles con cita previa. Incluso los ayuntamientos más modernos están preparando apps para poder organizar todo de una manera más efectiva.
Habrá drones y vigilantes para evitar problemas de aforo. Incluso buena parte de esas playas estarán balizadas para garantizar la separación. Aún no hay medida estándar pero se hablar de 9 metros cuadrados (3x3) para una persona o familia que no sea numerosa, dejando corredores de dos metros para poder acercarse a la orilla y no pasar cerca de otras personas.
Lo único malo es que en algunas provincias ya se habla de turnos de mañana y de tarde, de unas cuatro horas de duración, para evitar que nadie se apalanque y dar posibilidades a más número de gente para que disfrute de un merecido baño, eso sí, siempre con las mejores condiciones de seguridad posible. Parece que se va a acabar en muchas playas lo de comer en la mesa plegable bajo la sombrilla con la nevera en ristre. Adiós a las fiambreras con pechugas de pollo empanadas y tortilla de patata. Otra vez será.