En la moto con Alicia Sornosa: en qué cuatro playas impresionantes puedes rodar a dos ruedas
En (casi) todas las playas está (casi) siempre prohibido ir en moto
¿En moto por la playa? Muchos te dirán que si estás loco, que contaminas el agua del mar con tu motor de gasolina. Otros te dirán que estropeas la arena y aplastas con tus ruedas a los cangrejos y moluscos que se esconden bajo ella. Algunos simplemente te informarán que eso está prohibido y los más, llenos de envidia, te tacharán de loco. Solo unos pocos, muy pocos, sabrán de lo que estás hablando, abrirán la boca y los ojos y les saldrá un: ¡qué cabr***”, eso debe ser una sensación única!
Pero no desesperes, unos minutos de motos por la orilla del mar (siempre que no sea una zona de Reserva Natural, esto es importante) no contamina tanto ni destruye la fauna. Más contaminan los cargueros y cruceros y los miles de turistas en las playas atestadas que tú y unos colegas con tu moto, que te quede claro. Además, si eres como yo, acabarás llevándote en la mochila esos platos y latas y plásticos que has visto en la orilla, ayudando a que esa playa sea un poco mejor. La idea es dejar el lugar mejor que cuando llegaste.
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Playa en moto, prohibido
En Europa (y, cómo no, en España y Portugal) no está permitido el uso de vehículos a motor bajo ningún concepto en ninguna playa, pero como os comentaré más abajo, hay verdaderas y maravillosas excepciones. Se prohíbe, desde que nuestras playas están atestadas de turistas, para no provocar un accidente.
También para que los desalmados que no hacen un buen uso de la moto (o el coche) no destrocen dunas naturales o rocas de la orilla. Esto no nos gusta a nadie y menos a los que sabemos cómo disfrutar de las dos ruedas sin deteriorar el medio ambiente que nos sustenta. Se trata de una sensación única, pero, antes de nada, me gustaría darte unos consejos a tener en cuenta:
No hagas cosas prohibidas
Te puede caer una de las multas gordas si te metes con la moto donde no debes. Además de que hay que respetar los ecosistemas como una prioridad absoluta. Dicho esto, sigamos.
Elige una moto ligera
La historia es sencilla: nos costará más o menos llegar hasta la orilla debido a la cantidad de arena seca que haya en la entrada de la playa. Deberíamos hacerlo con una moto ligera, cuanto más ligera mejor, así evitaremos que se nos entierre demasiado por el peso y nos permitirá rodar más ligeros y disfrutar más.
Cae por la no-ola
Tendremos que tener cuidado de no caer y de ser así, hacerlo para el lado contrario de las olas, levantando rápido la moto del suelo. Y la última recomendación indispensable: limpiar después bien con agua dulce la moto, el agua salada es de lo más corrosivo que hay.
Primero, paseo a pie
Además, si no conocemos la playa a la que vamos, más nos vale primero dar un paseo y comprobar que la era es lo suficientemente compacta como para soportar el peso de nuestra moto sin que se la trague el suelo.
Y, por fin, aquí van cuatro localizaciones donde puedes hacerlo sin problema:
Playa de la Espasa (Asturias)
Eso sí, solo durante la celebración del Motorbeach, cuando una parte de esta playa se utiliza como circuito y está permitido el uso de vehículos (motos) durante unos determinados momentos.
Playa de la costa del Mar Arábico (India)
Entre Goa y Bombay existe una playa de 7 km en la que entrar es sencillo. Muy pocos sabemos su lugar exacto, está bajo un cortado en esta carretera costera, si viajas en esa dirección te será fácil reconocerla.
Playa de Daytona (La Florida, USA)
Es la típica playa gigantesca de los EEUU donde se hacen carreras de motos, todas las tardes, antes de caer el sol. Cuando se han ido los bañistas, el tráfico por la arena es libre durante unas horas, controlado por las patrullas de la zona.
Playa Blanca (Guelmin, Marruecos)
Ahí lo tienes. Es tu única oportunidad de rodar sin descanso por una playa atlántica de más de 20 kilómetros.