Si echando mano de todos tus ahorros te has comprado un coche grande por comodidad, por la facilidad de entrar y salir… por lo que sea, lamentamos no ser portador de buenas noticias para ti, porque dentro de muy poco, los SUV, monovolúmenes, grandes todoterrenos y coche de dimensiones generosas en general, van a pagar más por aparcar en las ciudades.
Parece que acabará 2021 sin medidas firmes, pero de 2022 no va a pasar que la Dirección General de Tráfico (DGT) autorice a los distintos ayuntamientos de nuestro país a aplicar nuevas tarifas en base al tamaño en las zonas de aparcamiento reguladas dentro de cada población. Para ello, ya está ultimando la recopilación y transmisión de datos como altura, anchura y longitud de los distintos vehículos a las autoridades locales competentes para que puedan aplicar la mayor tarifa correspondiente a este tipo de coches.
A partir de ahora, no sólo va a influir en la tarifa de la ORA las diferentes etiquetas de la DGT que hay que llevar adosadas al parabrisas, sino que basándose en el espacio que ocupan, también se calibrarán las distintas tarifas a pagar por cada hora estacionado.
Hablando en plata, los coches más grandes pagarán más por aparcar en las ciudades y localidades con el estacionamiento regulado y controlado. En el primer borrador que se filtró a la opinión pública hace más de seis meses, se preveía que las nuevas tarifas estarían listas antes de que acabasen 2021 para ser aplicadas de inmediato pero, para variar en lo relativo a la DGT, otra medida más que se va a retrasar, aunque esta vez, para bien de los bolsillos de los contribuyentes y propietarios de coches de tamaño respetable.
Hasta ahora, los parquímetros son capaces de calibrar la tarifa a pagar en función de la etiqueta que lleva cada vehículo. Esto se produce en el momento en el que introduces la matrícula de tu coche en el teclado del parquímetro y la centralita filtra en la base de datos las características del coche en cuestión. Los grandes monovolúmenes, en peligro de extinción, grandes todoterreno, no muy numerosos y, sobre todo, los monovolúmenes más grandes, derivados del segmento C y D (estos ya son mucho más) van a ser los grandes damnificados de la medida.
La medida, que podrá aplicarse ya en 2022, en principio no será obligatoria, según el actual proyecto que se maneja, por los ayuntamientos que puedan aplicarla, aunque, ya se sabe, es muy difícil que un edil renuncie a aumentar los ingresos de una manera tan sencilla. Parece lógico que paguen más los que más contaminan, pero el tema del tamaño no es tan eficaz, porque afectará a familias numerosas que no tengan más remedio que contar con un vehículo grande a pesar de que los ingresos no sean elevados.
Si hablamos de modelos concretos, está claro que un BMW X5 M de 600 CV y casi 5 metros de longitud tiene que pagar más porque, además de un consumo elevado, casi llega a los 300 gramos de CO2 emitidos por kilómetro recorrido. Pero… ¿qué pasa con un Tesla Model X que, éste sí, pasa de los 5 metros de longitud, pero no consume ni una gota de gasolina ni emite CO2 a la atmósfera? No sabemos la respuesta, probablemente tampoco lo sepan aún las autoridades competentes, pero no nos extrañaría que, en caso de duda, optasen por la opción de que todo el mundo tenga que echar mano al bolsillo para pagar.