Hace escasas fechas te comentábamos en un reportaje que los coches del futuro poco menos que se podrán comer, debido a que las marcas, cada vez más, investigan e integran piezas hechas a base de remolacha, coco, arroz, bambú, caña de azúcar, etcétera. Pues bien, desde hace varios años, la empresa de neumáticos Continental no sólo está experimentando con el diente de león, sino que ya ha sacado al mercado el producto de su investigación, tanto para coches como para bicicletas.
El caso es que los coches del futuro en poco se van a parecer a los pesados hierros con los que aprendimos a conducir los Uppers y más aún nuestros padres. Recuerdo que un Renault 12 de los años 70 apenas pesaba 600 kilos de peso… y ahora un coche equivalente pesa más del doble, principalmente, por la cantidad de elementos de seguridad y equipamiento de ayudas a la conducción que equipan. Y eso que, la estructura, el chasis, se hace con aceros de bajo peso y mejor resistencia… pero todo lo demás, pesa lo suyo.
En la búsqueda de la reducción de peso para ganar en eficiencia, y bajar al mínimo imprescindible la huella de carbono en la fabricación de los automóviles, se ha empezado a experimentar con materiales lo más ecológicos posible. Es aquí donde entra el diente de león (taraxacum officinale), una planta herbácea vivaz de la familia de las asteráceas, utilizada bastante en medicina, con flores amarillas, y que segrega una savia lechosa por todas partes que es la que se utiliza para la confección de los neumáticos, previamente tratada.
La investigación, obtención y posterior fabricación en serie del primer neumático de bicicleta hecho con el diente de león, el Urban Taraxagum de Continental, ha logrado la nominación al Premio Presidencial Federal de Tecnología e Innovación de Alemania. Si te parece algo anecdótico, prepárate para, en los próximos años, ver soluciones ecológicas parecidas aplicadas al mundo de la automoción, porque la mayoría de marcas punteras dedican buena parte de su I+D a investigar y experimentar con productos menos contaminantes, y más baratos, naturales y ecológicos.
El reconocimiento ha sido protagonizado por un neumático de bicicleta, pero el cambio sustancial vendrá de la mano de los coches, donde el volumen de fabricación y ventas es infinitamente mayor. El caucho natural en la banda de rodadura de una parte de la gama de los neumáticos de coche ya está siendo reemplazado por Continental por el Taragaxum, logrando una fiabilidad y duración parecidas, pero con mucha menos contaminación.
El plástico de las botellas de agua ya se está reutilizando para un sinfín de cosas, como los propios neumáticos, el asfalto de las carreteras, etcétera. Teniendo en cuenta las inmensas islas de plástico que flotan en los océanos, poder reciclar este tipo de material que parece que ya sólo es basura y hacer un planeta más limpio es algo de agradecer.
En la misma línea, también los neumáticos usados, entre otros productos, tienen una segunda vida. Son muchas las empresas que ya se dedican a reciclar y sacar de los vertederos estas piezas inservibles y las trituran para que la sustancia resultante pueda formar parte de todo tipo de construcciones y, por supuesto, del asfalto de las carreteras, principal destino de estos compuestos.
En el momento en el que se extienda la posibilidad de repostar hidrógeno con facilidad y seguridad o las pesadas baterías de ion litio pasen a ser líquidas y menos pesadas y con más autonomía, estaremos avanzando en la sostenibilidad del planeta y en la automoción del futuro. Los materiales que vienen, cada vez más ligeros, resistentes, ecológicos, reciclados y con menor huella de carbono en la atmósfera van a ir ganando terreno y pronto se generalizarán en todas las marcas. Mejor conocer y estar preparados para lo que viene… y ojito con pegar un bocado al salpicadero… que las piezas a base de remolacha, coco o arroz, casi seguro, que no se van a poder comer ;)