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¿Por qué Kurt Cobain y Axl Rose se odiaban? El origen una enemistad no resuelta

  • Axl Rose y Kurt Cobain, líderes de dos de las bandas más importantes de la historia de la música contemporánea, mantuvieron durante años una fuerte rivalidad

  • La enemistad entre ambos artistas nació del cantante de Nirvana, que criticó en varias entrevistas a los Guns n'Roses

  • Tras un encontronazo en los MTV Awards de 1992, Kurt Cobain tildó a Axl Rose de sexista, homófobo y racista y afirmó que no se podía estar del lado de Nirvana y del de los Guns n'Roses

Nirvana y Guns n’ Roses son dos de los grupos más significativos e importantes de la historia de la música contemporánea. Con álbumes como Nevermind (1991) o In The Utero (1993), por un lado, y discos como Appetite for Destruction (1987) o Use Your Illusion II (1991), por otro, marcaron una década, la de los 90, y crearon clásicos inmortales que hoy en día aún siguen emocionando a sus fans.

Resulta difícil explicar la historia del rock sin mencionar estos grupos. A pesar de que ambas bandas se movieron en subgéneros distintos, con Guns n’ Roses apostando por sonidos del rock más clásicos y Nirvana elevando el grunge, un subgénero de rock alternativo del que se convertirían en su máximo exponente, las aportaciones de ambas formaciones son claves para entender la evolución de uno de los géneros más escuchados del mundo.

Las diferencias entre Guns n’Roses y Nirvana no se reducen tan solo a su estilo de música, sino que se extienden también a sus dos líderes: Axl Rose y Kurt Cobain, respectivamente, que mantuvieron una turbulenta rivalidad que marcó la relación entre ambas bandas.

¿Por qué Kurt Cobain odiaba a Axl Rose?

Curiosamente, y en contra de lo que puede parecer si tenemos en cuenta su perfil y su problemático historial, en el que no faltan las enemistades, la mala relación entre ambos líderes no nace de Axl Rose, sino de Kurt Cobain. De hecho, antes de que comenzase la rivalidad entre ambos, el vocalista de Guns n’Roses había dado muestras de admiración hacia los de Seattle e incluso se había mostrado en público con una gorra de la banda. Como un auténtico fan, vaya.

A Cobain, sin embargo, estos gestos no parecieron despertarle ninguna emoción positiva. Durante el tour promocional de Nevermind, el álbum que los convertiría en la banda más conocida del mundo, el vocalista quiso marcar distancia con Rose y dejar claro que su formación no tenía nada que ver con los Guns n’Roses. “No somos la típica banda como Guns N' Roses que no tiene nada que decir”, afirmó.

Para Cobain, defensor de la igualdad y el feminismo y con una ideología mucho más moderna que la que representaban los Guns n’ Roses en sus letras sexistas, era importante que la industria y el público no equiparase su formación con la de Axl Rose, al que veía en las antípodas de su pensamiento. “La rebelión se posiciona en contra de tipos como los de Guns n’ Roses”, llegó a declarar.

La evidente animadversión de Cobain era algo que frustraba a Rose, que no entendía el odio de los de Seattle. “Solo me gustáis vosotros, Nirvana, Jane's Addiction y otras dos bandas, y justo todos vosotros me odiáis. ¿Por qué me odiáis?”, llegó a preguntarle a la banda de Faith No More.

El fin de la paciencia

A pesar de las declaraciones de Cobain, Axl Rose intentó ganarse el favor de la formación invitándolos a ir de gira con ellos. “Guns N' Roses estaba a punto de hacer este tour masivo con Metallica, y querían que nosotros abriéramos”, declaró Dave Grohl, el batería de Nirvana, en una entrevista. “Axl llamó a Kurt sin parar. Un día, estábamos caminando por el aeropuerto cuando Kurt dijo: 'Demonios. Axl Rose no deja de llamarme”.

Como resultado, y para alejarse completamente de los Guns n’ Roses, Cobain empezó a criticar a la formación en las entrevistas, algo que acabó de manera definitiva con la paciencia de Rose, que no tardó en dejar atrás su admiración por la banda para posicionarse totalmente en contra de ellos y, en especial, de su cantante.

Durante un concierto celebrado en 1992, el vocalista de Guns n’ Roses decidió que era su momento de responder y, fiel a su estilo, decidió hacerlo de la manera más cruel posible, haciendo referencia a las adicciones de Kurt Cobain y Courtney Love, su pareja, que por entonces estaba embarazada. “Si el bebé nace deforme, pienso que los dos deben ir a prisión, eso es lo que siento", dijo, después de referirse a ellos como “drogadictos”.

Ese mismo año, Cobain y Rose, junto a sus parejas, coincidieron en la gala de los MTV Awards, y la enemistad entre ambos estuvo a punto de llegar a las manos. Todo empezó con Courtney Love preguntándole a Rose, de manera jocosa, si quería ser el padrino de su hija, a lo que el cantante respondió con tono intimidatorio diciéndole a Cobain que callase y mantuviese a raya a su mujer.

Para descargar su ira y no acabar a golpes, Cobain decidió escupir en el piano en el que, supuestamente, iba a tocar Axl Rose. Y decimos supuestamente porque, al final, el instrumento lo acabó tocando Elton John, que se convirtió en una pequeña víctima de esta historia.

Tras el encontronazo en los MTV Awards, Cobain concedió una entrevista con el medio LGBT The Advocate en el que calificó a Axl como “un maldito sexista, racista y homófobo”. Y lo dejó claro: “No puedes estar de su lado y del nuestro”.

Curiosamente, meses antes de su suicidio, Cobain se encontró sentado junto a Duff McKagan, el bajista de los Guns n’Roses, en un vuelo que partía desde los Ángeles. Durante el viaje, ambos músicos hablaron de sus adicciones y amigos en común y limaron asperezas. Y aunque no hubo tiempo a que Cobain limase sus asperezas con Rose, Matt Sorum, el batería de los Guns n’Roses, fue una de las primeras personas en ponerse en contacto con Dave Grohl tras el suicidio del de Seattle, tal y como recordó el propio batería durante una intervención en The Daily Show.