¿Te imaginas recorrer Europa entera en bici? Salir de Portugal y llegar, prácticamente, al Polo Norte o tener como punto de salida el oeste de Francia para recorrer el centro del continente hasta Kiev. Este es el plan de EuroVelo, la creación de una red con 17 rutas ciclistas de larga distancia para conectar y unir todo el continente que puedan utilizar los turistas que viajan entre países en bici o los propios habitantes de las ciudades para sus trayectos diarios. Por España pasarán tres de esas rutas, pero sin duda la más destacada es la que va desde Cádiz y que se puede continuar por la costa de Turquía o finalizar recorriendo la isla de Chipre, la que ya ha sido denominada Ruta Mediterránea.

"Resplandecientes mares esmeralda, kilómetros de arena dorada, islas misteriosas, comida maravillosa, ciudades antiguas…", así define la web esta ruta, pero como decíamos, no es la única que pasa por España. Por una parte, está la Ruta de la Costa Atlántica, que pasa por seis países diferentes a lo largo de 11.000 kilómetros. Por ella se baja desde Escandinavia hasta el sur y oeste de Portugal, pasando por los fiordos noruegos, la costa irlandesa y francesa y gran parte del interior de España.

La tercera de las rutas es la del Peregrino, que se pierde por algunas de las zonas de peregrinación más famosas del continente, como la catedral de Colonia o, como era de esperar, Santiago de Compostela, realizando gran parte del Camino de Santiago sobre dos ruedas en vez de andando.

La Ruta del Mediterráneo recorre, en total, unos 7.500 kilómetros que te llevan a visitar un total de 10 países del continente. Todo comienza en Cádiz, aunque te avisamos que habrá que esperar para empezar a pedalear porque aún se encuentra en fase de desarrollo. Desde allí se recorre la costa andaluza, pasando, como no podía ser de otra forma, por Marbella, Málaga o Almería, un primer tramo que finaliza en Elche. Desde ahí hay que moverse hacia el norte por la tierra de la paella hasta Barcelona, desde donde pondrás rumbo al primer paso de frontera hasta la ciudad francesa de Béziers.

Niza, Turín o Venecia se convierten en tus próximos destinos antes de adentrarte en la costa de Eslovenia y Croacia para disfrutar de paisajes totalmente únicos. Lo bueno de esta ruta es que poco a poco te ofrece la oportunidad de conocer en bicicleta países como Montenegro o Albania, que a priori no son tan llamativos de cara a pensar en unas vacaciones.

A partir de ahí llega el recorrido por toda la costa griega hasta llegar a la capital, Atenas, donde puedes poner fin a tu periplo por la costa mediterránea en bicicleta o continuar un poco más. Desde Atenas tienes la oportunidad de desplazarte a Chipre y recorrer la isla u optar por desplazarte a la costa oeste de Turquía, ya todo depende de ti.

El proyecto no es nuevo, surgió en 1995 después de que la Federación Europea de Ciclistas crease algunas rutas a lo largo del continente, un proyecto que ha dado lugar a EuroVelo. Con ello, se aprovecha para utilizar la bicicleta como modelo de movilidad para el turismo y su simbolismo de libertad y también de sostenibilidad, es el medio de transporte más ecológico y respetuoso con el medioambiente.

Desde la web también recuerdan que el casco es obligatorio en cualquier vía para los menores de 16 años, así que ojo si tu hijo se apunta, y para el resto de la población solo lo es en trayectos interurbanos. Además, puntualizan los elementos que se deben llevar sí o sí en la bicicleta:

Crear estas rutas ciclistas no es sencillo, ya que los tramos deben cumplir con varios requisitos para formar parte del proyecto, como no tener pendientes que sean superiores al 6% o disponer de una anchura media que sea suficiente para que puedan pasar dos bicicletas sin problema alguno. Pronto la mayoría de estas rutas serán una realidad tangible con la que viajar hasta Atenas, Moscú o Malta pedaleando.