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Adéntrate en el ciclismo de montaña: cinco consejos para principiantes que te ayudarán en tus primeras rutas

  • El ciclismo de montaña es una disciplina capaz de mejorar nuestra salud física y mental, pero para poder disfrutarla por completo es necesario seguir una serie de consejos

El ciclismo de montaña puede aportarnos muchos beneficios. Además de ayudarnos a mantenernos en forma y mantenernos sanos físicamente, esta disciplina nos permite mejorar nuestra salud mental, conectarnos con la naturaleza y disfrutar de una buena escapada con la familia o amigos.

Sin embargo, para poder disfrutar por completo de este deporte es recomendable que tengamos en cuenta una serie de consejos que nos harán el camino mucho más sencillo, especialmente si acabamos de adentrarnos en este mundillo. Porque, sí, ir en bicicleta por la montaña puede ser extremadamente divertido, pero si acabas de empezar, es probable que te lleves algún que otro susto. Por eso, si estás empezando, aquí tienes cinco consejos para principiantes que te ayudarán a sacarle el máximo partido a tu escapada.

Comienza con rutas sencillas

Ocurre en todos los deportes: cuando empezamos a practicarlo, es mejor ir poco a poco y ampliar nuestros esfuerzos a medida que vayamos mejorando. En el caso del ciclismo de montaña, lo mejor es que nos iniciemos con recorridos cortos y de poca dificultad física y técnica.

Para ello, evita las rutas pronunciadas que vayan por media o alta montaña y que duren más de una hora y decántate por caminos más llanos y sin demasiados obstáculos. Lentamente, irás controlando la bici y ganando maestría y podrás adentrarte en terrenos más accidentados.

Mira siempre hacia delante

Puede parecer una obviedad, pero si quieres evitar accidentes es necesario que mires a lo lejos y hacia delante. De lo contrario, es probable que acabes en el suelo por no ver los obstáculos antes de que sea demasiado tarde.

Así que, cuando salgas por la montaña, aparta el miedo, levanta la mirada y apunta al sendero, a la meta a donde quieres llegar. No solo evitarás comerte una piedra o dos, sino que, además, podrás ir más rápido. Eso sí, no te olvides del casco. Uno nunca sabe cuando puede tropezar, y es importantísimo estar bien protegido para no hacerse daño.

Mantén el ritmo

Cuando atravesamos un terreno accidentado, lleno de baches, piedras y otros muchos obstáculos, lo habitual es que reduzcamos la velocidad y que nos movamos con miedo. Es normal, lógico y comprensible: a fin de cuentas, nadie quiere caerse, y al ir más rápido es difícil quitarse la sensación de que la caída es inminente.

Sin embargo, cuando recorremos la montaña en bicicleta, es recomendable que mantengamos siempre el mismo ritmo, rápido y veloz. ¿El motivo? La bicicleta ya tiene todo lo que necesita para superar esos obstáculos: el impulso, que le permitirá pasar sobre ellos sin problemas.

Un apunte rápido: en estas situaciones, es importante que utilicemos bien los cambios de nuestra bicicleta, ya que nos permitirán adaptarnos a los cambios del terreno y a mantener esta velocidad, así que no te olvides de ellos y cámbialos cuando sea necesario. No es lo mismo correr por una bajada que por una subida, y viceversa.

Revisa tu bicicleta

Antes de salir a la aventura, es necesario que nos aseguremos de que nuestra bici está en perfecto estado. Al correr por la montaña, es normal que suframos más averías que cuando vamos por un terreno llano y asfaltado, sin obstáculos, así que no podemos salir de casa como si nada. No. Tenemos que revisar bien las ruedas, las cadenas y, sí, limpiar nuestra bicicleta para eliminar los restos de barro o tierra: puede parecer que no, pero te ayudará a moverte mejor.

Además, durante nuestra aventura, es probable que acabemos sufriendo un pinchazo o que las cadenas se suelten, así que es importante que sepamos solventar estos problemas para acabar la ruta tal y como nos hemos propuesto: en bici.

Ve bien equipado

Igual que no podemos salir a la montaña sin revisar el estado de nuestra bicicleta, tampoco podemos hacerlo sin llevar un par de cosas. La comida y el agua son un imprescindible que seguro que todos tenemos en cuenta, pero el móvil es otra pieza que no puede faltarnos en nuestra escapada por la montaña. A fin de cuentas, uno nunca sabe cuando puede sufrir un accidente o, peor, perderse. Así que, antes de salir, asegúrate de que tu teléfono tiene batería y avisa a tus familiares de la ruta que harás: por si acaso.

De igual manera, también es recomendable que llevemos un par de herramientas básicas (como una bomba para hinchar las ruedas) por si sufrimos alguna avería en una zona sin cobertura. Si nadie puede venir a ayudarnos, tendremos que hacerlo nosotros mismos, ¿no crees?