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Mejorar la circulación sanguínea en casa es fácil: beneficios de los masajes de agua fría en la ducha

  • El frío es una de las mejores armas para mejorar la circulación sanguínea en todo nuestro cuerpo, y en concreto en las piernas

El aumento de las temperaturas trae consigo en muchas personas un empeoramiento de la circulación sanguínea que tiene como consecuencia una mayor retención de líquidos en algunas partes del cuerpo como las piernas. Esto hace que notemos las piernas más pesadas y nos molesten a la hora de caminar, correr, hacer ejercicio... Por este motivo es necesario que nos pongamos manos a la obra y evitemos la mala circulación en las piernas derivada del calor.

El frío es una de las mejores armas para mejorar la circulación sanguínea en todo nuestro cuerpo, y en concreto en las piernas. Por este motivo debemos convertirlo en algo habitual a la hora de combatir la mala circulación. Para comenzar vamos a recurrir a un clásico dentro de los tratamientos para mejorar la circulación sanguínea, se trata de la aplicación de duchas de agua fría en las piernas. Estas las debemos aplicar por lo menos dos veces al día para relajar las piernas y mejorar su estado.

El suave masaje que podemos aplicar en las piernas con el agua fría que sale de la ducha puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea de retorno. Las venas se encargan de transportar la sangre de vuelta al corazón y en caso de las de las piernas, trabajan contra la fuerza de la gravedad a cada paso que damos. El agua fría, aplicada en sentido ascendente, de los tobillos hacia la rodilla, es un excelente masaje para ayudar a la reactivación de esa circulación que tiene como objetivo retornar al corazón.

El agua fresca en las piernas activa la función venosa aliviando la sensación de pesadez y el dolor. Además, a la hora de prevenir patologías relacionadas con la mala circulación, ofrece otra serie de recomendaciones importantes, entre ellas: realizar actividades deportivas como caminar o montar en bici, que favorezcan la correcta irrigación; evitar el sobrepeso, llevar un tacón adecuado (2 – 3 cm.) y realizar sencillos masajes, desde el pie hasta el muslo, que ayuden a aumentar la velocidad del retorno venoso.

Otros consejos para mejorar la circulación de las piernas.

La inclinación de la cama es importante para lograr una mejor circulación: debemos elevar los pies de cama unos centímetros por encima del cabecero, o en su defecto colocar las piernas sobre cojines.

Mejorar el drenaje de las mismas utilizando paños empapados en agua fría y colocarlos sobre las piernas al irnos a dormir. Cubriremos toda su superficie con paños húmedos y después con toallas secas para mantener las piernas frescas y así estimular la circulación sanguínea al máximo mientras descansamos. Otra opción es hacer baños de contrastes. El frío y el calor tienen diferentes usos y beneficios pero en el caso del agua, alternar las temperaturas, está indicado para mejorar la circulación.

Los masajes son otro remedio que debemos tener en cuenta para mejorar el estado de nuestras piernas, y es que con ellos estimularemos la circulación sanguínea acelerándola y mejorando el retorno. Algo que nos evitará la acumulación de líquidos en esta parte del cuerpo. Estos masajes nos los podemos dar nosotros o puede ser otra persona la que nos los aplique. Para realizarlos podemos utilizar cremas refrescantes efecto hielo que aumentarán los efectos propios del masaje.

El sedentarismo es un enemigo directo de la buena circulación, por lo que hay que hacer algo de deporte. Por ello es necesario que nos levantemos a andar, correr, andar en bici o realizar cualquier tipo de actividad que active nuestro organismo y nos ayude a mantenernos activos.

Cada vez son más las personas a las que preocupa padecer síntomas relacionados con la mala circulación como son la sensación de pesadez en las piernas generalmente acompañada de dolores y calambres. Estos síntomas pueden estar relacionados con una Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una enfermedad que radica en la dificultad que presentan las venas para realizar, de manera correcta, el retorno de la sangre al corazón. Esta dolencia tan común que, en principio, no reviste gravedad, puede acabar desencadenando otras complicaciones como la aparición de varices o el incremento del riesgo de presencia coágulos (tromboflebitis).

Beneficios de las duchas de agua fría

En el caso de sobrecarga y lesiones musculares, especialmente en deportistas, meterse en agua fría es un buen tratamiento como antiinflamatorio agudo:

  • Se consigue un mejor retorno de la sangre al corazón.
  • Vasoconstricción, un importante estrechamiento de los vasos sanguíneos.
  • Se acelera el ritmo cardíaco.
  • Sube la tensión arterial.
  • Aumenta la frecuencia de la respiración.
  • Estos baños fríos también mejoran el sistema inmunitario.