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El sol puede jugar malas pasadas: qué hacer si ves que a alguien le está dando un golpe de calor

  • A lo largo del verano es normal que muchas personas sufran insolaciones, pero con las medidas adecuadas se puede prevenir el golpe de calor

  • Hidratación, ir por la sombra y no hacer grandes esfuerzos durante las horas centrales del día son solo algunas de las recomendaciones principales

El verano es la época favorita de muchos por las buenas temperaturas y por poder, prácticamente cada día, darse un chapuzón en la playa o en la piscina. Pero verano también es sinónimo de altas temperaturas, y más allá de sensación de agobio, sudor y no dejarte dormir plácidamente por las noches, puede tener algunos efectos negativos en la salud. Tener 40 grados a la sombra no es ninguna tontería y soportarlos no es fácil, por eso hay que extremar las precauciones, en especial en personas mayores y niños pequeños, si no se quiere sufrir una insolación o golpe de calor.

El golpe de calor puede llegar casi sin avisar, por eso es importante detectar los síntomas iniciales para percatarse de que el calor no le está sentando bien al organismo. En un principio el dolor de cabeza, mareos, una sudoración exagerada y las náuseas son los primeros indicadores de que probablemente se esté produciendo un golpe de calor. En una fase más grave, los síntomas se multiplican y agravan, con una subida rápida de la temperatura corporal que podría llegar a los 40 grados, calambres, convulsiones o desorientación. Personas mayores, niños o personas con enfermedades crónicas son los más predispuestos a sufrir una insolación, por eso son los grupos de población que más deben extremar precauciones.

Tips del día a día para evitar el golpe de calor

Para evitar sufrir una insolación lo más lógico es seguir unas indicaciones fundamentales. Lo principal es mantenerse hidratado durante todo el día. Para ello, lo ideal es beber algún sorbo de agua cada rato aunque no se tenga sed y llevar siempre una botella de agua encima. También es aconsejable introducir durante los meses estivales frutas y verduras con un alto contenido en agua para ayudar a mantenerse hidratado y evita comidas muy pesadas, así como la cafeína o las bebidas alcohólicas, ya que contribuyen a la deshidratación.

Y si hacen 40 grados a la sombra, no queremos imaginarnos cuantos habrán al sol, por eso, si hay que salir de casa, siempre se debe ir por la sombra. Además, la ropa juega un papel clave. Las prendas durante estos meses es mejor que sean de colores claros y que permitan la transpiración, además de que sea ligera y holgada, las prendas ajustadas pueden jugar una mala pasada. Por su parte, un sombrero o una gorra no viene nada mal, en especial en las horas centrales del día. Precisamente durante ese periodo de tiempo es mejor evitar pisar la calle y nada de deporte. Si se quiere salir a caminar o a correr, lo mejor es hacerlo a primera hora o cuando el sol comienza a caer y las temperaturas son más agradables.

En casa hay que mantener el interior fresco jugando con las corrientes de aire o ayudándote del aire acondicionado o un ventilador, y si el sol da directamente sobre la fachada, baja las persianas, pues la oscuridad mantiene mejor una temperatura adecuada. Y en el coche el aire acondicionado o la ventana bajada es un punto a favor y si se está aparcado, lo mejor es no tardar mucho porque el calor se concentra en el interior rápidamente.

¿Cómo actuar en caso de que se produzca?

En ocasiones, por muchas precauciones que se tengan, es posible que se termine sufriendo una insolación, por lo que hay que actuar con rapidez. Si es posible, lo ideal es acudir a un centro médico para un correcto tratamiento y recuperación, pero si esto no fuese posible hay que seguir una serie de pasos.

Lo primero es que la persona que ha sufrido la insolación no debe continuar al sol, por lo que debe moverse a la sombra o al lugar más fresco posible y colocarla en una posición semiacostada para que pueda mantener la cabeza en alto y así le sea más sencilla la respiración. Además, para refrescarla lo mejor es desabrochar algunas prendas de ropa que podrían apretar más de la cuenta e intentar darle aire.

Por supuesto, para que no se deshidrate, el afectado tiene que beber agua fresca poco a poco, no de golpe. De esta manera podrá bajar su temperatura corporal. Una vez se recupera, lo mejor es que acuda a un centro medico para revisar que se encuentra bien y hacer un seguimiento si fuese necesario. En caso de desmayo, se debe tumbar a la persona con las piernas flexionadas y llamar a urgencias para que la atiendan cuanto antes.

Los golpes de calor o las insolaciones están a la orden del día en pleno verano. Hidratación, evitar salir a las horas centrales del día y ropa transpirable y holgada son solo algunos tips que pueden ayudar a prevenir un golpe de calor que estropee las vacaciones. Ante todo, siempre precaución y una botella de agua a mano.