Si estás próximo a la jubilación es el momento de acertar en tu planificación financiera. De las decisiones que tomes hoy depende tu calidad de vida futura. Si aciertas ahora, podrás disfrutar más de tu tiempo de ocio y también podrás permitirte una atención más personalizada si llegan problemas de salud.
Para complementar los ingresos de tu pensión existen multitud de productos de ahorro a los que poder acudir. ¿Sabías que puedes conseguir una renta mensual para toda la vida que complete tu pensión? Las rentas vitalicias son un instrumento financiero pensado para aquellos que han conseguido acumular un ahorro y quieren sacarle el mejor provecho una vez jubilados asegurándose el ingreso de una renta de por vida.
Las rentas vitalicias son seguros de vida, generalmente de prima única. Es decir, se aporta una cantidad determinada y la entidad aseguradora la gestiona y te garantiza unos aportes de renta mensual para toda la vida.
Existen varias modalidades, pero el objetivo principal de todas ellas es que tengas un complemento de renta fijo. Tienen muchas ventajas: optimizas la factura fiscal, tiene flexibilidad por si necesitas más renta en un momento determinado e incluso puedes planificar eficientemente la renta. La modalidad a elegir dependerá de las particularidades de cada persona y de dos variables a equilibrar: el importe de renta mensual que se quiere cobrar y si quiere dejar más o menos capital de fallecimiento para las personas que designemos como beneficiarios.
En función de la modalidad de renta contratada, además de poder complementar nuestra pensión de jubilación de forma vitalicia, se puede preservar el poder adquisitivo y dejar herencia a nuestros allegados, existe posibilidad de incrementar los ingresos mensuales en caso de nuevas necesidades (como por ejemplo ayudar a nuestros hijos)o asegurar los ingresos recurrentes en una pareja en caso de que faltase alguno de los dos. Es decir, es posible contratarlo para dos titulares, y en caso de fallecimiento de uno de los dos, el otro podrá seguir cobrando la renta mensual de la persona que falta. En este caso se considera que la renta es en un 50% para cada uno, y se aplica a cada uno la retención correspondiente. Cuando fallece uno de los titulares, el otro debe tributar en el impuesto sobre sucesiones y donaciones y seguirá cobrando la totalidad de la renta, sin que se aplique retención a la mitad de la renta.
Puedes asegurar para los tuyos una parte o la totalidad del capital aportado, en función de la modalidad que elijas. El capital de fallecimiento de los titulares, si se ha contratado, se abona a los beneficiarios una vez que ha fallecido el último de los titulares.
Las rentas vitalicias pueden ser diferidas o inmediatas. En las diferidas se acuerda con la aseguradora la fecha en que empezarás a cobrar la renta, que habitualmente es al llegar la edad de jubilación. En la renta vitalicia inmediata inicias el cobro de la renta en el momento en que la contratas.
Si atendemos a la modalidad en función del capital de fallecimiento que cobrarán los beneficiarios las rentas pueden ser:
Otra de las ventajas de este producto es la flexibilidad. En VidaCaixa se comercializan ciertas modalidades de rentas vitalicias que disponen de flexibilidad para poder incrementar la renta mensual en detrimento del capital final en herencia. O para preservar el poder adquisitivo (permite un incremento de renta anual en función del IPC) o por si surgen nuevos gastos y necesitamos tener más ingresos mensuales.
Además, las rentas vitalicias al tratarse de seguros de vida tienen un valor muy importante en la planificación de la transmisión sucesoria ya que permiten designar beneficiarios expresos. Esto significa que podemos planificar cómo se reparte la herencia con mayor flexibilidad para destinar un capital a una persona o personas determinadas y, además, que los beneficiarios reciban el capital sin tener que esperar a la aceptación de la herencia. Además, precisamente por ser un seguro de vida, gozan de una reducción en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Las posibilidades son múltiples y lo mejor es acudir a los expertos para que nos ofrezcan las opciones que más se ajusten a nuestros intereses y necesidades.