Los trajes de piloto de Fórmula 1 son una combinación de varias tecnologías que pondría celosos a los trajes de la NASA, con quien comparten algunas características, por cierto. De los tiempos en que Manuel Fangio pilotaba en camiseta, el deporte ha absorbido mucho asfalto y los uniformes de los pilotos han evolucionado notablemente.
El evento que marcó un antes y un después en la vestimenta de los pilotos de Fórmula 1 ocurrió el 1 de agosto de 1976. Ese día, Niki Lauda, conduciendo un Ferrari 312 T2, tuvo un terrible accidente en el circuito de Nurburgring. Su coche se salió de la carretera, chocó con una roca al lado de la pista, cayó de nuevo al asfalto y estalló en llamas. El valor de otro conductor, Arturio Merzario, evitó que el austriaco falleciera quemado. Pero al sacarlo, Lauda estaba gravemente herido. El piloto se salvó, pero las cicatrices de esas quemaduras le acompañaron para siempre.
En Nurburgring, los responsables se dieron cuenta de que los trajes de la Fórmula 1 no eran suficientes para garantizar la seguridad necesaria de los pilotos y comenzaron a pedir a las empresas encargadas de su fabricación que los mejoraran.
Así surgieron los trajes de amianto (llamados Plan B), muy similares a los que llevaban los bomberos de la época. Los resultados de las pruebas fueron muy buenos, pero pronto se descubrió el daño que podía causar el amianto y tuvieron que volver a trabajar para encontrar otra solución. Tantos experimentos, tantas pruebas e incluso una serie de fracasos han conducido a un resultado realmente excepcional. Los trajes de la Fórmula 1 que llevan hoy en día los pilotos como Carlos Sainz y Fernando Alonso son increíblemente seguros y ya han salvado la vida de muchos.
El reto final era poder crear un traje que fuera seguro, cómodo, ligero y que ofreciera a los pilotos de la Fórmula 1 cierta libertad de movimientos para poder dar lo mejor de sí mismo durante la carrera. Y parecen haber dado en el clavo. La FIA (la Federación Internacional del Automóvil) ha decidido convertir su uso en una norma obligatoria para todos los hombres de los distintos garajes de los fabricantes, incluidos, por ejemplo, los mecánicos.
El actual reglamento que regula los trajes de la Fórmula 1 se introdujo hace cuatro años. Su nombre oficial es 8856-2018 y sustituye a la norma obsoleta que data del año 2000. Un paso adelante necesario para poner al día la seguridad a las nuevas velocidades.
Todas estas prendas del uniforme de los pilotos F1 deben pasar las rigurosas pruebas de la FIA, con la finalidad de que cumplan con los requerimientos de seguridad establecidos.