Con tan solo 19 años, Carlos Alcaraz puede presumir de ser el tenista masculino más joven de la historia en liderar el ranking mundial de la ATP. El murciano, que parece destinado a heredar el legado de Rafa Nadal, consiguió este hito el pasado 12 de septiembre, cuando se proclamó campeón del US Open al vencer al noruego Casper Rudd en un emocionante partido a cuatro sets que se extendió durante tres horas y veinte minutos.
Detrás del triunfo de Alcaraz, que con su victoria en el abierto de Estados Unidos suma también su primer Grand Slam a su palmarés, no solo hay talento, sino también trabajo y disciplina. Para poder dar su máximo nivel en la pista, el joven tenista ha seguido una férrea rutina de ejercicios y una estricta dieta que le ha permitido aumentar considerablemente su masa muscular.
Esta transformación física comenzó en invierno del año pasado, cuando el joven decidió perderse varios torneos para centrarse en reforzar su juego y físico, y se gestó en la Academia Equelite de Villena, un prestigioso centro ubicado en Valencia y fundado por el ex-tenista Juan Carlos Ferrero. El que fuera número 1 del tenis mundial lleva desde 2018 entrenando a Alcaraz, preparándolo para el éxito. Sobre él, Ferrero declaró recientemente que vio a Alcaraz por primera vez, con doce o trece años, parecía “un fideo”. “Tenía rapidez, pero no músculos”, explicó, sin dejar de añadir que, aun así, le vieron “algo muy especial”.
“Vino a la academia y entrenamos un día. Era muy pequeño, pero se notaba que todos hablaban de él”, relató. “Tenía todo lo que tiene ahora, pero de una manera pequeña”, añadió.
De esa imagen de niño flaco hoy en día ya no queda mucho. Desde su primer contacto con Ferrero, Alcaraz ha trabajado para mejorar su físico y este año ha conseguido transformarlo por completo gracias a un riguroso plan de ejercicios.
Según el periodista deportivo José Manuel Amorós, en este último año el joven tenista ha ganado cinco kilos de masa muscular, pasando de un peso de 76 kilos a uno de 81. Para lograrlo, el joven se preparó a fondo en invierno, durante la pretemporada, cuando renunció a participar en dos torneos para poder entrenar durante cinco semanas.
En estas cinco semanas, el joven se centró mucho en su físico. De hecho, no empezó a tocar la raqueta hasta la tercera semana. El joven se machacó en el gimnasio durante los primeros catorce días de la pretemporada y de la mano de sus preparadores físicos, Álex Sánchez y Alberto Lledó, logró moldear su cuerpo para dotarlo de la ligereza, agilidad y potencia muscular necesarias para dar el máximo rendimiento en la pista.
En esta transformación, el tenista se centró en el press de banca y los ejercicios de remo para reforzar la musculatura de sus brazos, aunque también trabajó las piernas. Aun así, los ejercicios de fuerza han estado limitados, a fin de evitar que cogiese más volumen.
Además de los entrenamientos, para poder ganar músculo el joven también ha tenido que cuidar su alimentación, ya que su metabolismo le impide ganar peso con facilidad. En concreto, Alcaraz ha seguido una dieta saludable rica en proteínas e hidratos de carbono y muy centrada en el concepto de “comida real”. O lo que es lo mismo: libre de procesados.
“Incluso los suplementos que toma están basados en alimento real”, afirmó su preparador físico, Alberto Lledó, en una reciente entrevista con el medio especializado Punto de Break en la que manifestó que en este último año Alcaraz ha logrado desarrollar un “cuerpo de tenista”. “Ya ha llegado a su cuerpo ideal”, declaró.