A sus 75 años, Arnold Schwarzenegger sigue cultivando el espectacular físico al que debe gran parte de su éxito. Aún entrena todos los días en el gimnasio, aunque ya no se machaca de la manera en que lo hacía cuando era culturista. Hoy por hoy, al protagonista de 'Terminator' o 'Depredador' le basta con dedicarle una hora y media diaria al gimnasio o la bicicleta, lejos de las cinco horas de ejercicio que empleaba cuando competía por el título de Mister Olympia.
En su empeño por triunfar en Hollywood, Schwarzenegger se decantó por el culturismo desde muy joven -a los 15 años- para adoptar un cuerpo musculoso que no estuviese al alcance de otros actores. Tras varios años interpretando papeles secundarios, consiguió probar las mieles del éxito con 'Conan, el bárbaro' (1982), pero lo más curioso es que para lucir los brazos de ese personaje tuvo que cambiar su rutina de ejercicio culturista.
En una entrevista a la revista 'Men's Health', Arnold ha contado que meses antes de comenzar el rodaje de la película había ganado el título de Mister Olympia por séptima vez. Durante la celebración del concurso se encontraba John Milius, director de 'Conan el Bárbaro', quien le dijo al actor que "tenía que estar menos definido porque el cuerpo que tenía no se veía natural en esa época".
Así pues, siguiendo las pautas marcadas por Milius, Schwarzenegger modificó durante dos meses la forma en que entrenaba y su dieta para volverse más completo. "Quería lucir como un hombre que había obtenido sus músculos del trabajo duro en el mundo y no de un entrenamiento muy específico y organizado en el gimnasio. Hice los ajustes que necesitaba hacer. Milius estaba muy feliz y me veía exactamente como él quería", explica el actor.
"Luego, cuando hice la secuela de 'Conan, el destructor', el director Richard Fleischer vino a decirme que todavía quería que aumentara mi volumen pero que estuviera más definido a la vez. Así que eso fue lo que hice, y me definí mucho más que en el primero", añade.
La rutina de ejercicios actual de Arnold es menos exigente que entonces. Incluye andar en bicicleta todos los días alrededor de 45 minutos o una hora. Continúa haciendo ejercicio con pesas durante media hora. "Las prioridades cambian a medida que envejeces, al igual que el entrenamiento, pasando de esas cinco horas de arduo trabajo a una forma más de mantenimiento de hacer ejercicio más moderado. Lo que pasa con el culturismo y el entrenamiento con pesas es que puedes adaptarlo y esculpir tu cuerpo, y da igual la edad", explica el exculturista.