Todos recordamos la historia del soldado japonés que pasó 28 años viviendo en una cueva tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Pero fuera de casos extremos como ese, deportistas extremos de todo el mundo se han sometido voluntariamente a pruebas de resistencia física (y psicológica) al pasar mucho tiempo en total aislamiento y sin ver la luz del sol. Hasta ahora, el serbio Milutin Veljkovic detentaba el récord mundial de permanencia bajo tierra: estuvo 464 días en una cueva de de su país entre 1969 y 1970. Ha tenido que pasar más de medio siglo para que otra persona supere su marca y se trata de una mujer española: la espeleóloga y deportista extrema Beatriz Flamini completará este viernes nada menos que 500 días en total aislamiento.
O deberíamos decir 500 noches, ya que la Flamini, que ha contado con luz artificial y un suministro de agua suficiente, no habrá visto la luz del sol durante casi año y medio. "El sábado 20 de noviembre, zarpa de nuevo el barco en un viaje que durará 500 días. Nos leemos de nuevo en abril/mayo del 2023" se lee aún en su último post de Instagram, del año pasado. Y ese plazo está a punto de cumplirse este viernes, cuando su equipo de respaldo acuda a buscarla a la cueva de la Costa Tropical de Granada donde permanece.
¿Cómo pasa el tiempo cuando no tenemos ni un reloj ni la luz del sol para orientarnos? ¿Cómo se adaptan nuestros ojos a la oscuridad? ¿Y nuestros hábitos de sueño? ¿Qué consecuencias psicológicas puede acarrear la soledad total a 70 metros bajo tierra? Estas son algunas de las respuestas a las que ayudará a responder Flamini ya que parte de la experiencia consistía en colaborar con una serie de estudios científicos realizados por la Universidad de Granada. También los grupos de investigación Neuropsicología Clínica y Experimental e Investigación en Ciencias Sociales y de la Salud de la Universidad de Almería han ido recabando información sobre esta experiencia extrema. Por lo pronto, la espeleóloga ha encontrado ese ansiado "tiempo para leer" ya que ha consumido unos 60 libros en todo este tiempo.
Para la experiencia de Flamini -cuya idea es realizar un documental que recoja su video bitácora de estos 500 días- se han necesitado nada menos que una tonelada y media de materiales y alimentos y unos 1000 litros de agua. Flamini ha contado además con un equipo de apoyo en superficie que la ha monitoreado todo el tiempo a través de cámaras de seguridad y que se reencontrará con ella este fin de semana. Sin duda una prueba absoluta de fortaleza y resistencia por parte de la deportista española.
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