Nadie dijo que interpretar a un superhéroe fuese fácil. Puede que no haya mucho margen para que el actor explote una gran variedad de registros dramáticos, pero lo que sí que se le demanda es que luzca un estado físico excepcional. Que se lo digan a Chris Evans, Hugh Jackman o Chris Hemsworth. Cada vez que se prepara para empuñar el martillo de Thor en la gran pantalla el marido de Elsa Pataky se somete no solo a un exigente entrenamiento físico, también a una dieta muy estricta y rigurosa que no está al alcance de muchos.
Dan Churchill, el chef profesional que colabora con Hemsworth para preparar sus papeles en Marvel Studios, ha revelado en una entrevista a 'The Daily Mail' que el intérprete ingiere unas 4500 calorías al día distribuidas en 10 comidas. Es decir, cada vez que come se mete entre pecho y espalda la friolera de 450 calorías por plato. Para hacerse una idea de tamaño exceso baste señalar que un hombre de entre 30 y 60 años come unas 2.200 o 2.300 calorías diarias.
“Se necesita mucha disciplina para cumplir con el horario de Chris; a menudo tiene que sacrificar el gusto y el sabor para hacer el trabajo”, explica el chef. El actor come 300 gramos de proteína al día, dato que dobla la cifra recomendada por dietistas. En la dieta del Dios del Trueno caben alimentos de todo tipo, ricos en su mayoría en proteínas: brócoli, pollo, bistecs o batidos de proteína de plátano. Eso sí, Hemsworth va alternando para que sus dietas no sean tan pesadas, porque básicamente está comiendo siempre lo mismo, aunque preparado de diferentes formas.
En cualquier caso, el entrenador personal del actor, Luke Zocchi, ha querido puntualizar en 'Insider' que este tipo de rutinas no son saludables y no son recomendables. Solo se debe recurrir a ellas durante los periodos de preparación para obtener un estado físico al máximo nivel, de unas ocho semanas de duración, tal y como se pudo ver en Thor Love and Thunder'.
"Esto de ninguna manera es algo saludable y no recomendaría que nadie más lo haga", decía Zocchi. Así, para rodar las escenas en las que aparece sin camiseta, Hemsworth se somete a un proceso de deshidratación: "Aumenta la ingesta de agua una semana antes y luego la evita por completo en el día y medio antes de ponerse frente a las cámaras". El objetivo es lucir los músculos en todo su esplendor, tal y como se hace en las competiciones de culturismo. Y quizás ahorrar un pellizco en la partida destinada al CGI, con el que se podrían conseguir resultados similares sin tanto esfuerzo.