El nombre de Mike Tyson (Nueva York, 1966) comenzó a sonar con fuerza en los cuadriláteros de todo el mundo en la década de los 80. Concretamente, a partir de 1985, cuando hizo su debut profesional como boxeador con sólo 18 años, convirtiéndose así en el más joven en hacerlo (también ostenta el récord como el campeón del mundo más joven de la historia). Desde entonces hasta hoy, por unos motivos o por otros, Iron Mike siempre ha estado de actualidad. Ahora, casi 40 años después de aquel primer combate, volverá a subirse a un ring para medirse a Jake Paul, un rival 30 años más joven que él.
Desde sus primeros días en Brooklyn hasta su ascenso meteórico hacia la cima del boxeo mundial, Tyson forjó su leyenda a base de velocidad, agresividad y una potencia en sus puños que parecía surgir de otro mundo. Ahora, con 57 se prepara incansablemente para que alguna o todas las virtudes que lucían impecables cada vez que peleaba en los 80 y los 90 sigan intactas en un combate en el que la edad, seguro, juega en su contra.
Durante su dilatada carrera, que se alargó nada menos que 20 años (se retiró en 2005), Tyson acumuló un récord de 50 victorias, 44 de ellas por ko, y solo 6 derrotas, cifras que, de haber acompañado su desempeño deportivo con una vida razonablemente equilibrada lejos de las 12 cuerdas, a buen seguro podrían haber sido mucho mejores.
Sin embargo, la vida de Tyson ha estado plagada de polémicas. Mientras figuraba en lo más alto del boxeo mundial, el neoyorquino se enfrentó a escándalos y momentos oscuros de todo tipo, lo que le llevó a ser arrestado docenas de veces e incluso a cumplir pena de prisión por violación en 1992 (pasó más de tres años y medio en la cárcel, de donde logró salir por buen comportamiento) y en 2003 tras protagonizar un altercado en Brooklyn.
Más allá de sus problemas con la justicia, Tyson también ha pasado por apuros económicos tras derrochar más de 500 millones de dólares y tener que declararse en bancarrota y salir adelante firmando autógrafos y vendiendo sus fotos en Las Vegas.
Sin embargo, en los últimos años, parece que el Tyson polémico ha dado paso a una nueva etapa en su vida y que estamos siendo testigos del renacimiento de un nuevo Mike, quien ha regresado al ojo público con un aura renovada de determinación y redención. A través de su podcast, ‘Hotboxin' with Mike Tyson’, y su exhibición frente a Roy Jones Jr. en 2020 (finalizó en empate), Iron Mike ha demostrado que su pasión por el deporte sigue ardiendo con la misma intensidad de antaño y que todavía no ha dado su último puñetazo.
No en vano, el próximo 20 de julio volverá a subirse a un ring. Tendrá por entonces 58 años y a Jake Paul, de 27, enfrente. “Será muy divertido ver lo que la voluntad y la ambición de un 'niño' pueden hacer con la experiencia y la aptitud de un GOAT”, ha asegurado Tyson sobre el enfrentamiento.
Pero Jake Paul no es, ni mucho menos, sólo un “niño”. Cierto es que no tiene la experiencia que Tyson tenía a su edad, pues apenas lleva seis años dedicado al mundo del boxeo, pero no lo es menos que su récord hasta la fecha es de nueve victorias por solo una derrota.
Sin embargo, Jake Paul es más conocido por su desempeño como actor e incluso como influencer que por su habilidad con los guantes. Los más puristas, de hecho, están indignados con el enfrentamiento. No en vano, el combate en el que se medirá a Tyson se enmarca en una velada organizada por Netflix, con todo lo que de farándula implica más allá de lo puramente deportivo.
Quizá por este motivo, y por la necesidad de ir cebando el evento que tendrá lugar el próximo 20 de julio en el AT&T Stadium de Arlington (Texas), con capacidad para 80.000 espectadores, tanto Tyson como Jake Paul están enfrascados en un reto casi diario de declaraciones cruzadas, amenazas y desafíos: “Me emociona tener a mi oponente más duro, más loco y más poderoso hasta la fecha. Es increíble la cantidad de gente que piensa que Mike realmente tiene una oportunidad contra mí. Voy a matarlo", comentaba Paul en su podcast hace sólo unos días.
Por su parte, Iron Mike ha aprovechado el tirón para dar lustre a su figura en todos los sentidos. Literalmente, ya que se está preparando para la pelea con entrenamientos extenuantes. Y económicamente, ya que está aprovechando el tirón de volver a estar en la primera línea para promocionar sus dos marcas textiles (Mike Tyson Colection y Tyson Pro) así como también Tyson 2.0, su empresa de venta de marihuana, si bien es cierto que él ha asegurado que dejará de consumirla de cara a la pelea, ya que la marihuana está en la lista de sustancias prohibidas por el departamento de Texas que regula los deportes de combate.
En el gimnasio, desde luego, Mike se está ejercitando a conciencia. No hay más que revisar sus redes sociales. “Mis guantes vuelan”, asegura el propio boxeador, mientras que su entrenador, Rafael Cordeiro, va más allá: “Jake entrará en pánico. Nuestro objetivo es mantener a Jake en pánico durante toda la pelea. O hasta que pueda soportarlo”.
Con 57 años, Tyson se está dejando la piel, aunque no parece probable que esté completando las 60 horas de entrenamiento semanales que llevaba a cabo cuando competía en los 80 y en las que acumulaba 60.000 abdominales, 15.000 fondos, 15.000 flexiones, 15.000 encogimientos de hombros y cinco horas de ejercicios de cuello. Si lo está haciendo, tiembla, Jake Paul. Y si no, también.