Ahora que ya eres libre, que no tienes esa losa sobre tu cabeza de los horarios y la rutina, puede que sea el momento ideal para lanzarte a la aventura de hacer el Camino de Santiago y cumplir con uno de esos sueños que vas dejando 'para más adelante' y que nunca llega.
Tanto si lo empiezas lejos de Galicia como si lo haces cerca, el Camino de Santiago es una oportunidad única para hacer nuevos amigos y quién sabe si algo más. Esta ruta siempre ha estado de moda y las cifras de peregrinos durante 2018 demuestran, además, que de los 327.378 que sellaron la llegada en la oficina de Santiago, 60.085 (18,35%) tenían más de 60 años y unos 179.450 (54,81%) se encontraba entre los 30 y los 60, lo que demuestra que es un destino por excelencia para personas con experiencia en la vida, como tú.
Si te estás planteando realizar alguno de los Caminos de Santiago que puedes elegir (hay más de 15 'oficiales'), tienes que ser consciente de que, lo primero, es prepararse bien para poder realizarlo con total garantía para tu cuerpo.
"Tanto si tiene 50, 60 como 70, todo depende de la condición física y del ejercicio que cada persona esté habituado a hacer. Una persona que hace algún tipo de deporte, camina, monta en bici, o va al gimnasio le va a ser más asequible hacer el Camino de Santiago con trayectos más largos", explica Valentín Fernández Elías, profesor de Entrenamiento Deportivo y Planificación del Entrenamiento Deportivo en la Universidad Europea.
Por tanto, lo importante a los 50 es, en primer lugar, haber tenido una vida física activa y, en todo caso, entrenar específicamente realizando caminatas que emulen a las que se harán posteriormente sobre el terreno real. Es una gran oportunidad para dar unos buenos paseos con los amigos, aunque sea los fines de semana, y que te sirvan como ensayo para lo que harás después en el Camino.
Para Juan del Riego, profesor de Fisioterapia Deportiva de la Universidad Europea, "los 50 son un rango de edad donde la gente suele ser bastante cábala: suelen planificar, porque no se recuperan igual, hacen caminatas largas y, gracias a que son más mayores, van con la cabeza más puesta y saben a lo que se enfrentan".
Ruta recomendada
Con todo esto, una de las rutas que te recomendamos para realizar esta aventura a los 50 es hacer el Camino de Santiago del Norte. Este recorrido parte originariamente desde Irún, pero para aliviar el trayecto, recomendamos hacerlo desde Ribadeo, en la frontera entre Asturias y Galicia.
Este es un camino que, aunque presenta algunos desniveles importantes en las primeras etapas de Lorenzana y Mondoñedo, cuando llegas a Vilalba (Lugo) ya es prácticamente llano, por lo que terminarás con unas muy buenas sensaciones en las piernas y una gran experiencia en la mochila.
Según van pasando los años y te vas encontrando mejor en lo laboral y en lo personal, puede que lleguen algunos achaques físicos si no estás bien entrenado y decides realizar una aventura tan exigente en lo físico como el Camino de Santiago.
Para el preparador Fernández Elías, "la necesidad aeróbica no es tan importante; es mejor trabajar la musculatura de las piernas porque, al caminar durante varias horas, varios días seguidos, si la musculatura no está bien preparada va a sufrir mucho". Hay que tener en cuenta que, más que en la espalda, todo el peso de nuestro propio cuerpo y de las mochilas se centra en las piernas y en los pies.
En estos casos, el entrenamiento pasa por fortalecer el tren inferior, con ejercicios específicos como sentadillas y zancadas. Al fin y al cabo, cuanta más musculatura tengamos para sustentarnos de una manera correcta y poder hacer frente a las vicisitudes del camino, mucho mejor.
Otra de las recomendaciones para hacer el Camino de Santiago que nos da Del Riego es tener 'conciencia corporal': "hay que ser conscientes del cuerpo desde un punto de vista basal: si uno tiene sobrepeso o no, si estoy acostumbrado a andar o no, si tengo problemas en general o no… Todo son condicionantes a la hora de preparar el Camino de Santiago".
Ruta recomendada
En este caso, te recomendamos el Camino de Santiago Francés, que en España tiene su primera parada en Roncesvalles. No obstante, nuestra sugerencia es que, o bien lo hagas por grupos de etapas a lo largo de varios años, o bien camines el último tramo (100 kilómetros) para que te den la Compostela, la acreditación que verifica que has hecho el Camino.
Lo más habitual es empezar este trayecto desde Pedrafita do Cebreiro, a 154 kilómetros de Santiago. Tiene un par de puertos bastante complicados en las primeras etapas, por lo que también puedes elegir empezar desde Sarria, ya en el corazón de Galicia y a 115 kilómetros de tu meta. Este último lo puedes completar en seis etapas caminando unos 19 kilómetros al día.
Cuando llegan los 70, hay que extremar los cuidados. No tanto por el hecho de caminar, sino por el de recuperarse bien después. En este sentido, Del Riego recomienda detectar a tiempo los signos de fatiga, que pueden ser claves para que no lleguemos a la meta de Santiago. "Si vemos que las piernas fallan, que no obedecen al cerebro, es posible que sea por fatiga y no por cansancio, y ahí hay que saber parar, hidratarse y descansar antes de continuar con el camino", comenta el fisioterapeuta.
Coincide Fernández Elías en el diagnóstico de que, con la edad, hay que tener más cuidado. "Hay que acondicionar siempre el objetivo de la duración de la jornada en función de las condiciones de cada uno aunque, si tienes 70 o más y estás en plena forma física, adelante”, explica.
Ruta recomendada
Para personas mayores de 70 años, una de las rutas más transitadas es el Camino de Santiago Portugués, ya que es el que menos desniveles tiene y uno de los más fáciles de caminar. Puedes comenzar a hacerlo desde la localidad gallega de Tui, frontera con Portugal. Desde ese punto te separarán exactamente 116 kilómetros, suficiente para conseguir el certificado acreditativo de haber completado tu hazaña.
1.- Hacer una correcta planificación de las rutas y los kilómetros que se van a recorrer cada día.
2.- Salir temprano a caminar para evitar las horas centrales
3.- Hidratarse bien
4.- Descansar cuando el cuerpo lo pida. No forzar la máquina
5.- No llevar nunca calzado nuevo
6.- Revisión previa del material que se lleva para que esté en buenas condiciones
7.- Con cierta edad, llevar bastones de senderismo puede venir bien porque alivia las piernas y evita caídas
8.- Si no eres físicamente activo, empezar a serlo para preparar el Camino: caminar, correr, trotar…
9.- Realizar trabajo de fuerza general enfocado a las piernas
10.- Ser realista con el trabajo previo, no tener un exceso de ambición. Que una experiencia que tiene que ser bonita no se convierta en un infierno.
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