Ya ha dado comienzo el Mutua Madrid Open después de que el del pasado año se suspendiese por la pandemia provocada por la covid-19. Con un 40% de aforo de público en la Caja Mágica, varios tenistas ya han salido a jugar y, con ellos, muchos seguidores del deporte están pendientes de todo lo que ocurra sobre la pista de tierra batida. El tenis es un deporte con aficionados de todas las edades pero, ¿se puede coger la raqueta con normalidad a partir de los 50 años? Hablamos con el doctor Ángel Villamor de iQtra Medicina Avanzada, especialista en traumatología y en el tratamiento de lesiones en deportistas de élite.
El especialista apunta que no cualquier persona está preparada para hacer un determinado deporte y señala que realmente solo llevamos "dos generaciones interesados por el deporte amateur o popular y aún falta una generación más para descubrir que el deporte no es saludable sea cual sea, se practique como se practique y tengas la edad que tengas, ni la preparación física o técnica que tengas", comenta el doctor.
Por eso mismo lo que el Villamor ve más factible es que cada persona debe analizar qué tipo de deporte es el que más beneficia a cada uno, así como su intensidad evitando "el deporte a lo loco" y avisa a los uppers, afirmando que cualquier deporte, como el tenis o el pádel, puede ser sano a partir de los 50 años, pero "ese mismo deporte puede no serlo a esa misma edad".
Es decir, en principio tanto el tenis como el pádel son deportes aptos para mayores de 50 años que quieran seguir los pasos de Nadal, Federer o Dokovic, aunque siempre con sus precauciones y excepciones. Así lo expone el doctor, que establece que "los deportes de raqueta suponen un estrés de torsión de la columna lumbar, lo cual es sumamente estresante para el segmento bajo de las articulaciones intervertebrales".
Es por ello por lo que Villamor llama a la precaución a los mayores de 50 al coger una raqueta, pues a partir de esa edad es frecuente que haya dolencias como "la degeneración, la artrosis o el envejecimiento de la columna lumbar" que pueden ser el origen de lumbalgias. Debido al desgaste que este tipo de deportes ocasiona en los discos articulares es por lo que el especialista los contraindica cuando estas patologías se han manifestado.
Además, luego están las posibles lesiones en personas sanas. Se conoce mucho el llamado codo de tenista y otras relacionadas con la rodilla, pero el doctor apunta que a lo que más respeto le tiene como médico que ha tratado a deportistas de élite es a la tendinitis y a las roturas tendinosas de hombro. "El hombro es una articulación delicada", señala, debido a que su funcionamiento y movimiento depende de diferentes músculos y si algo no está bien o hay secuelas de lesiones anteriores es complicado que "llegue a ser apto para un deporte de raqueta". En este caso también destaca que con el paso de la edad estos tendones, aunque no hayan sufrido consecuencias previas, sí que tienen predisposición a tener roturas debido al envejecimiento.
Y Villamor, en este caso, llama a lo importante que es cuidar la técnica y el estilo de golpe cuando se juega al tenis o al pádel porque hay movimientos que son poco naturales y es clave no coger vicios que puedan "repercutir en nuestra integridad física". Por ello, el especialista ofrece cuatro claves para evitar lesiones en los deportes de raqueta:
Tanto el tenis como el pádel se han convertido en deportes de moda y por mucho que sean parecidos en la forma, lo cierto es que sus consecuencias sobre nuestro cuerpo son diferentes, ya que según el doctor en el tenis forzamos más el hombro, mientras que en el pádel el nivel de incidencia se concentra en el codo y la muñeca.
Por eso mismo Villamor insiste en diferenciar las consecuencias en ambos deportes, que también cuentan con puntos en común y lesiones muy similares. Pero por la forma de jugar al pádel, algo más agresiva en relación a los cambios de dirección y las torsiones, el traumatólogo establece algunas particularidades frente al tenis, como el llamado codo de tenista, más frecuente en este deporte, así como las lesiones de tobillos o los esguinces de ligamentos.
Cuando una lesión se produce es importante comenzar con un tratamiento idóneo en manos de un especialista. Ángel Villamor no se atreve a establecer un tiempo determinado de recuperación porque cada una, y cada persona, tienen el suyo concreto. Pero dónde sí se moja es en las secuelas de esa lesión que "se disparan un 30% cuando ha habido una lesión en un paciente mayor de 45 años frente a una persona más joven. Por este motivo tenemos que tener especial precaución, no solo en evitar la lesión, sino en curarla y en recuperarla correctamente" porque una recaída dificulta la recuperación y facilita las secuelas.
Pero, ¿podremos volver a coger la raqueta? Sí, pero cuando se haya recuperado el nivel físico, y mental, que se tenía antes de la lesión y Villamor pone de ejemplo a deportistas profesionales. En ellos es común tener recaídas en sus problemas e incluso empeorarlos cada vez más. Por eso mismo, y más en los mayores de 50, no se pueden "anteponer las prisas" para volver a la pista frente a la recuperación y el buen estado de salud. Y esto debe conseguirse bajo el control y el asesoramiento profesional que decida tanto "el ritmo de la reincorporación como el proceso de curación y tratamiento".