Playas, piscinas, balnearios, ríos... Estamos en mayo y muchos españoles sueñan ya con el verano y con uno de sus principales placeres: bañarse. Y en tiempos de pandemia, era necesaria información extra ante la incertidumbre. El CSIC ha hablado.
En primer lugar, no debes temer por la contaminación del agua. Tanto si el tratamiento de tu piscina es con cloro como si es con sal, el CSIC ha confirmado que es "poco probable" que la COVID-19 se pueda transmitir a través del agua de la piscina.
En el caso de que utilices cloro, desde el CSIC recomiendan una concentración de entre 1 y 3 mg/litro de cloro libre para inactivar al virus y un pH de entre 7.1 o 7.6. Si utilizas sal en lugar de cloro, el tratamiento que llevaras anteriormente también desactiva al virus, puesto que estos, en contacto con la sal, tienden a perder el agua que hay en su interior y se desactivan.
Eso sí, desde el CSIC advierten de que los contagios pueden venir por la gente que se baña en la piscina o que se encuentra alrededor. A efectos prácticos, si te gustaba invitar a tus amigos o a los vecinos a tu piscina, este año ten más cuidado que nunca y, en la medida de lo posible, evítalo para no tener sustos.
Otra de las precauciones que debes tener en cuenta para este verano es el mantenimiento exquisito de las medidas de limpieza de los alrededores del vaso de agua.
Podría darse el caso que las zapatillas que usas antes de meterte en el agua estuvieran contaminadas del exterior y, por tanto, el virus se quedara conviviendo en tus baldosas durante unas horas. Para mitigarlo, lo mejor es una buena limpieza con desinfectante cada vez que acabes de bañarte y, por supuesto, intentar dejar el calzado lejos de la piscina.
En tu casa o chalet con piscina, estás, dentro de lo que cabe, protegido, siempre que no permitas el acceso a terceros. ¿Pero qué ocurre si tienes que ir a la piscina pública de tu municipio? Desde la patronal del sector de piscinas (ASOFAP), ya se encuentra trabajando en un protocolo que han remitido al Ministerio de Sanidad y en donde destacan algunas medidas importantes:
Podría darse el caso de que tengas la suerte de vivir cerca de un balneario o en una ciudad con mar y prefieras irte a dar el chapuzón allí. El informe del CSIC también hace hincapié en este tipo de aguas, y cada una tiene unas determinadas particularidades.
Según el CSIC "Los aerosoles generados por el agua presente en un balneario o en una instalación de aguas medicinales tendrán las mismas características de desinfección que las aguas de baño de estas instalaciones", por lo que el virus también quedaría inactivo dentro del agua.
Además, con las altas temperaturas (+60º) que se pueden alcanzar en una zona de sauna o de baños de vapor, "se espera que la supervivencia del virus sea reducida".
En el caso del agua del mar, desde el CSIC apuntan que, aunque actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2 en agua de mar, "el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares".
En cuanto a la arena, explican que, aunque no hay estudios sobre la prevalencia de virus en la arena presente en playas o riberas, "la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógenos" y, por ello, no es aconsejable la desinfección de esos espacios naturales con los mismos químicos que se usan en calles o parques.
El informe del CSIC, en este caso, desaconseja el baño en estos espacios, sobre todo en pozas, donde el agua no tiene tanta circulación y el virus puede permanecer más tiempo. "La supervivencia del SARS-CoV-2 en agua de ríos, lagos, pozas aguas remansadas de agua dulce y no tratada puede ser superior a la que se produce en piscinas y en el agua salada, y por tanto deben extremarse las medidas de precaución para evitar aglomeraciones, siendo éstos los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas".
Con todos estos datos, parece claro que lo más seguro para este verano es darte un baño en tu propia piscina siguiendo unas pequeñas pautas de seguridad y, si no, en otro tipo de piscinas pero manteniendo siempre la distancia física con otras personas pues, aunque el virus no se contagie por el agua, sí que se contagia por las personas que están dentro de ella.