¿Por qué Michael Schumacher no es el mejor piloto de la historia de F1?
Michael Schumacher es el piloto más laureado de la historia de la Fórmula 1
Solo el inglés Lewis Hamilton ha podido igualar el palmarés del Kaiser, al ganar también siete mundiales
Sin embargo, para muchos aficionados ninguno de los dos es el mejor piloto de la historia de este deporte
Michael Schumacher es una de las grandes leyendas de la Fórmula 1, y con motivo. Solo hace falta ver sus impresionantes estadísticas para comprender la magnitud de su nombre: siete mundiales, 68 poles, 94 victorias y 77 vueltas rápidas es lo que ha acumulado el Kaiser en las 19 temporadas y los 307 grandes premios que ha disputado entre 1991 y 2006 y entre 2010 y 2012.
Es, con estos números, el piloto más laureado de la historia, y solo hay un hombre capaz de hacerle sombra a su palmarés: Lewis Hamilton. El inglés, que debutó en la máxima competición como compañero de Fernando Alonso allá por 2007, tras ganar la GP2 Series, cuenta con un historial semejante al de la leyenda alemana: siete mundiales, 102 poles, 102 victorias y 57 vueltas rápidas es todo lo que ha conseguido en las 15 temporadas y 286 grandes premios que ha disputado en los últimos catorce años, y estos datos podrían aumentar en este 2021 si logra ganarle la carrera a Max Verstappen, la joven promesa de la nueva generación de pilotos de F1 con la que el heptacampeón está luchando para revalidar su título.
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A pesar de que tanto Schumacher como Hamilton son dos titanes de la Fórmula 1 con un talento indiscutible que pasarán a la historia, hay muchos que creen que ninguno de los dos es, realmente, el mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos. A pesar de que tanto el Kaiser como Hamilton son los pilotos con más títulos bajo el brazo, hay quien defiende que el pódium absoluto de la Fórmula 1 le pertenece a otros dos legendarios pilotos: Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna.
¿Por qué Michael Schumacher no es el mejor piloto de la historia de la Fórmula 1?
Los motivos por los que muchos no creen que Schumacher sea el mejor piloto de la historia se reducen, mayormente, a su competencia. A pesar de que el Kaiser tuvo que enfrentarse tanto al propio Senna como a pilotos de la talla de Nigel Mansell y Alain Proust en sus primeros años en la máxima competición, el piloto alemán consiguió buena parte de sus éxitos compitiendo contra rivales de menor nivel, como Mika Hakkinen, Damon Hill o Rubens Barrichello.
En algunos casos, incluso, el legendario piloto sufrió para poder imponerse a estos rivales, aunque todos sus sudores se acabaron cuando Ferrari dio con la tecla perfecta para crear el vehículo más competitivo de la pista, con el que logró sumar la mayoría de sus mundiales. Algo parecido a Hamilton y su invencible Mercedes, que le ha permitido imponerse con facilidad a sus rivales en los últimos seis años y aumentar ese palmarés que inauguró con McLaren.
Precisamente, el coche es otro de los grandes argumentos que se utilizan para resaltar la figura de Fangio y Senna frente a la de Schumacher y Hamilton. Y es que para muchos no es lo mismo imponerse con un armatoste técnico altamente superior a los otros monoplazas de la competición que imponerse por pura habilidad, y tanto Fangio como Senna pudieron llegar a lo más alto con coches mucho peor equipados que los de sus sucesores.
Esto se debe, mayormente, a los propios avances que había cuando ambos titanes corrieron. Teniendo en cuenta que Fangio desarrolló buena parte de su carrera entre mediados de la década de los 40 y finales de los 50 y que Senna debutó en la Fórmula 1 en 1984, no es de extrañar que sus coches fueran, en términos puramente tecnológicos, peores que los de sus sucesores, sobre todo en el caso de Fangio. Al contrario: es pura lógica, y esta inevitable diferencia no puede sino hacer que nos preguntemos ¿qué podrían haber hecho con un coche mejor equipado?
Aun así, ambos pilotos consiguieron domar la pista y hacerla suya. En el caso de Fangio, el piloto, que corrió en coches en los que un error podía costarte la vida, disputó 53 grandes premios y logró hasta cinco títulos mundiales, 29 poles y 23 vueltas rápidas. Sus hazañas, además, se reparten en cuatro escuderías: Mercedes, Ferrari, Maserati y Alfa Romeo. Casi nada.
En el caso de Senna, el brasileño pudo disputar 162 grandes premios y ganar tres títulos mundiales, 65 poles y 19 vueltas rápidas antes del fatal accidente en el Gran Premio de San Marino, en Imola de 1994, que acabó con su vida. El suceso conmocionó a todo el deporte, que cambió por completo para fabricar coches más seguros y mejorar los circuitos con una mayor asistencia médica y pistas renovadas. Siempre quedará la duda de si Senna podría haber aumentado su palmarés si el accidente hubiese tenido otro final, aunque la mayoría no dudan que lo habría hecho. Para muchos es, a fin de cuentas, el piloto más rápido de la historia.