Los dolores de espalda pueden ser una carga más que molesta en nuestro día a día. No nos permite hacer todas las actividades que queremos, limita nuestros movimientos e incluso puede afectar a nuestro estado de ánimo. El estrés, las malas posturas cuando estamos sentados, la falta de descanso o el sedentarismo son algunas de las principales causas de los dolores de espalda. A unos les afecta más en la zona cervical, otros en las lumbares y hay a quien los dolores le surgen en la zona del trapecio. Le damos menos importancia de la que tienen esas molestias, la columna es el centro de nuestro cuerpo, por lo que debe estar bien para el correcto funcionamiento de todo el conjunto, y el yoga es un complemento perfecto para tu espalda.
Un antiinflamatorio o un calmante y listo, es lo que muchas veces pensamos cuando nos duele la espalda. Pero las molestias volverán si no las trabajas para aliviar el dolor y fortalecer toda la columna. El yoga es perfecto para ello, trabajar con algunas de sus posturas te permitirán relajar la mente y el cuerpo, consiguiendo disminuir los dolores de espalda que no te dejan descansar por la noche. Lo mejor es que no necesitas un gran espacio, en tu salón, en la habitación o si el día está soleado en la terraza. Cualquier sitio es fantástico para hacer yoga y entrenar nuestro cuerpo.
Hoy te enseñamos cómo hacer algunas posturas fáciles en las que no solo ejercitarás tu espalda, sino también todo tu cuerpo. Poco a poco verás como con la práctica consigues mejores estiramientos y tu cuerpo responde cada vez mejor a los ejercicios.
Es una de las más sencillas, así que nada mal para empezar si eres principiante en el yoga. Con pies y manos apoyados en el suelo, elevas la pelvis hacia arriba, formando una especie de triángulo en el que la cabeza está prácticamente a la altura de los pies. En esta postura estás estirando bien toda tu columna y liberando gran parte de la tensión que hay acumulada en tu espalda.
Esta postura puedes realizarla de dos formas distintas, sentado o de pie. En el caso de que decidas hacerlo de pie, vas a doblar todo tu cuerpo hacia delante, buscando tocar tus talones con las manos y llevar todo el torso y la cabeza hasta tus piernas sin doblar las rodillas. Aunque parece sencilla, es una postura que deja ver todas nuestras limitaciones de flexibilidad, así que no te preocupes si a la primera no te sale, probablemente a la segunda tampoco lo hará, pero con práctica y constancia terminarás lográndolo.
Si prefieres hacerla sentado será igual, llevando tu cuerpo hacia delante y buscando tocar tu talones. Es una postura que le viene muy bien a la gente que pasa mucho rato sentada, por lo que si por trabajo te pasas el día en la silla, con este ejercicio liberas a la columna de toda esa presión.
Fácil y efectiva. Estirado en el suelo realizas una flexión y extensión de la columna con las manos apoyadas en el suelo para ayudarte a hacer el movimiento. Lleva el pecho hacia delante, estírate bien para alejar los hombros de tus orejas, y mantén el cuello extendido y alineado con tu espalda. Enseguida notarás como con este estiramiento estás liberando la tensión de la columna y trabajando los músculos de la espalda.
Desde esta postura el estiramiento de tu columna es completo. Colócate de rodillas y flexiona tu cuerpo hacia abajo para llevar tu cabeza a ras de suelo e intentar tocar con tu frente las rodillas. Tus brazos totalmente estirados, los intentarás llevar hasta los talones. Puede parecer algo complicada ya que requiere de elasticidad corporal, pero trabajando, pronto conseguirás completar la postura que alivia los dolores de absolutamente toda la espalda, desde las lumbares hasta el cuello y los hombros.
Es una postura ideal para terminar tu sesión de yoga para alcanzar la relajación y la calma total. Lleva tus glúteos hasta los talones, flexionando todo tu cuerpo sobre tus piernas mientras apoyas tu frente sobre el suelo. Normalmente se llevan las manos hacia atrás, al lado de los pies, pero también puedes extenderlos hacia delante para seguir estirando tu espalda. En especial vas a aliviar la tensión de la zona lumbar, pero también estarás trabajando otras zonas como los glúteos o los cuádriceps.
Media hora al día para estos ejercicios será suficiente para relajar tu espalda y fortalecerla. El yoga te va a aportar grandes beneficios tanto físicos como mentales y, aunque no lo parezca es un complemento perfecto para la gran mayoría de deportes. No lo dudes e introduce el yoga en tu vida, pronto empezarás a sentir como tu espalda esta cada vez más liberada y las molestias comienzan a desaparecer.