Roman Abramovich, el multimillonario ruso y dueño del Chelsea que está mediando entre Putin y Zelenski
Obligado a ceder la administración del Chelsea, el magnate ruso ayuda a negociar la paz entre Rusia y Ucrania
Sofía, la hija de Abramovich, se desmarca de su padre y carga con dureza contra la actuación de Putin
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La invasión de Ucrania por las tropas de Vladimir Putin ha puesto en el foco al multimillonario Roman Abramovich, dueño del Chelsea, uno de los clubes punteros de la Premier League, por sus vínculos con el líder ruso. Obligado a ceder la administración y el cuidado de la entidad de Stamford Bridge a los encargados de su fundación benéfica para evitar que el conflicto salpicara al club, Abramovich ayuda ahora a negociar la paz entre Rusia y Ucrania y podría ser un elemento clave en la resolución de la disputa.
Pero, ¿quién es este poderoso empresario señalado siempre en el Reino Unido por su cercanía con el Kremlin? Abramovich nació en la localidad de Saratov en 1966 y tiene ascendencia judía. Comenzó a construir su fortuna en 1987, cuando empezó a invertir en bienes raíces y a entrar en el mundo de la industria petrolera. Tras la caída de la Unión Soviética en 1991 ya poseía una de las fortunas más poderosas de Rusia, amasada en gran medida adquiriendo y vendiendo activos públicos.
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Un equipo construido a base de talonario
En el ámbito deportivo se dio a conocer en 2003, al hacerse con los derechos por completo del Chelsea, equipo que le terminó costando 165 millones de euros. Abramovich se empeñó en construir a base de talonario un equipo capaz de ganar los títulos más importantes y no escatimó en ello. Los millones invertidos dieron su fruto y el club ha conquistado la Premier, la Champions League, el Mundial de Clubes y la Europa League, entre otros muchos trofeos, bajo su mandato.
Entre las posesiones que Abramovich tiene en el Reino Unido, destaca una mansión valorada en más de 135 millones de euros en el centro de Londres. Su fortuna total rebasa los 9.000 millones de euros y su mayor fortaleza es la empresa siderúrgica Evraz, que cotiza en la bolsa londinense. Los rumores sobre su proximidad con Putin señalan que fue el propio líder ruso quien le ordenó a Abramovich comprar el Chelsea. Y también recuerdan que Putin fue parte de la venta de la mitad de la petrolera Sibneft, propiedad del magnate, a Gazprom en 2005. Lo cierto es que Abramovich siempre ha negado esas acusaciones, aunque siempre ha sido tibio cuando se trata de criticar al régimen ruso.
Problemas con Reino Unido desde hace cuatro años
El estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania ha sido la gota que ha colmado el vaso, pero Abramovich viene teniendo problemas con el Reino Unido desde hace cuatro años, cuando dejó de usar su visado como inversor, debido al deterioro de las relaciones entre el país británico y Rusia por el incidente de Salisbury, en el que un agente doble que había trabajado para el M16 fue envenenado junto a su hija. Desde entonces solo ha podido viajar a las islas británicas con pasaporte israelí. Antes era habitual verle cada semana en la grada de Stamford Bridge, pero desde 2018 apenas ha visitado una vez, el pasado noviembre, el campo de su equipo.
Ahora está ayudando a negociar la paz entre Rusia y Ucrania, según ha confirmado su portavoz, aunque no está claro cuál es su papel en las conversaciones conversaciones entre funcionarios rusos y ucranianos que comenzaron este lunes en la frontera con Bielorrusia. El director de cine y empresario ruso Alexander Rodnyansky ha contado a 'Jewish News' que la parte ucraniana se dirigió al magnate ruso por su conexión con la comunidad judía en busca de su mediación: "Abramovich ha estado tratando de movilizar apoyo para una resolución pacífica desde entonces. Aunque su influencia es limitada, es el único que respondió y se mostró dispuesto a intentarlo".
El 'no a la guerra' de la hija de Abramovich
Menos pragmática que Abramovich parece ser su hija Sofía, que en redes sociales ha cargado con dureza contra la actuación de Putin y sus ansias de guerra con Ucrania. En un mensaje en el que se leía "Rusia quiere una guerra con Ucrania", la joven de 27 años tachó el nombre del país y puso el del presidente ruso para que se leyera: "Putin quiere una guerra con Ucrania". Además, se podía leer otra frase lapidaria: "La mentira más grande y exitosa propaganda del Kremlin es que la mayoría de los rusos están con Putin". Posteriormente la joven borró la publicación de su perfil, pero consiguió sorprender a todos.
Sofia ha estudiado Marketing y Dirección de Empresas en la Royal Holloway University de Londres, y es sin ninguna duda la más mediática de los hijos del magnate, hasta el punto de que los tabloides británicos la han calificado a veces como la rebelde de la familia.
FIFA y UEFA expulsan a Rusia de sus competiciones
Por otra parte, la FIFA y la UEFA han decidido suspender a todas las selecciones nacionales y clubes rusos para participar en las competiciones de ambas hasta nuevo aviso, lo que implica la exclusión de Rusia del Mundial de Qatar 2022. Esto también afecta a selección femenina rusa, que el próximo verano ya no podrá disputar la Eurocopa de Inglaterra. La Federación rusa ha calificado lo sucedido de "decisión discriminatoria".
En la decisión de la FIFA también se ha tenido en cuenta la postura del Comité Olímpico Internacional (COI) que ha pedido a sus comités nacionales que prohíban a los atletas rusos y bielorrusos competir en cualquier competición para "proteger su integridad" y "la seguridad de todos los participantes".