¿Por qué seguimos diciendo 'una larga enfermedad' cuando queremos decir cáncer?
La icónica fotógrafa de La Movida, Ouka Leele, ha fallecido, un mes antes de cumplir los 65 años, en el hospital Ruber de Madrid, “tras una larga enfermedad”
Las psicólogas Teresal Terol y Marta de la Fuente analizan el tabú del cáncer en la sociedad
"Cuando una palabra tiene una connotación negativa, es muy difícil cambiarla y eso pasa con el cáncer"
La icónica fotógrafa de La Movida Ouka Leele ha fallecido, un mes antes de cumplir los 65 años, en el hospital Ruber de Madrid, “tras una larga enfermedad”. La familia no ha querido aclarar exactamente a cuál se trataba, pero la cabeza del lector se ha ido directamente a la palabra cáncer, más aún sabiendo que superó uno durante su juventud. Hace poco más de un mes, el actor Juan Diego, de 79 años, también perdía la vida rodeado de sus seres queridos “tras luchar con uñas y dientes contra una grave enfermedad”. En mayo de 2019, la familia de Eduard Punset, anunciaba en redes sociales que el político y divulgador había muerto a los 82 años en Barcelona “tras una larga enfermedad”. Eufemismos varios que nos llevan a preguntarnos por qué tenemos tanto miedo de llamar por su nombre a determinadas patologías que están a la orden día.
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El tabú del cáncer
La palabra cáncer impone. En España, a final de año, se estima que se diagnosticarán 280.100 casos, de acuerdo con la Sociedad Española de Oncología Médica. Una enfermedad que está a la orden del día y que en más de la mitad de los casos se consigue acabar con ella.
Llamar al cáncer por su nombre, aseguran los expertos, es el primer paso para asumir y luchar tanto como paciente como si eres familiar. De hecho, las últimas campañas, como ‘Llámalo cáncer’, impulsada por la Asociación Española contra el Cáncer, se han centrado en luchar contra este tabú y normalizar la relación de la sociedad con ella.
"Aunque al principio sea duro, llamarlo por su nombre nos ayuda a entender lo que significa, pero es difícil y por ello no hay que forzarse, forma parte del proceso de adaptación a la nueva realidad. Es común que al principio ni la familia ni el paciente puedan utilizar el nombre propio", explica a Uppers Marta de la Fuente, Responsable de Psicooncología de MD Anderson Cancer Center Madrid.
¿Por qué tiene una connotación tan negativa?
El problema viene del pasado, de lo que significaba tener cáncer hace unos años, cuando la tasa de mortalidad era mucho más elevada que la actual. “El lenguaje y las palabras son construcciones mentales, no significan nada, el problema es lo que representan, el valor que le damos. Cuando una palabra tiene una connotación negativa, es muy difícil cambiarla y eso pasa con el cáncer”, nos cuenta la psicóloga Teresa Terol.
El cambio de mentalidad tiene que venir primero desde el mismo paciente, que en muchas ocasiones no hace público que padece la enfermedad hasta que la previsión no es buena y eso hace que sean mucho más sonados los casos con un pronóstico malo. “Cuando te dicen cáncer sigues pensando en muerte, pero ahora ya no es así. Hay muchos casos de éxito, han mejorado las terapias, tenemos prevención. Estamos enfrentándonos a un proceso de educación de la sociedad, de cambio de significado de un término que ha asustado mucho durante años”, añade.
Otras enfermedades que siguen la senda
Pese a ser la más común en la que se utilizan eufemismos, ahora hay otras enfermedades que empiezan a convertirse en tabú. Se trata, sobre todo, de patologías degenerativas en las que su avance se agudiza a partir de un determinado estadio y de las que no se habla o conoce tanto. Un ejemplo claro, según las expertas, son la esclerosis lateral amiotrófica y la esclerosis múltiple.