Después de la covid-19, los expertos empiezan a hablar de la covid-22, causada por el mismo virus, el SARS-CoV-2, pero con nuevas variantes que convierten la enfermedad en menos severa, pero con una alta contagiosidad. Es la que provocan los sublinajes BA.4 y BA.5 de ómicron. La fatiga extrema, la fiebre, la tos, el dolor muscular y el de cabeza siguen presentes en los cuadros clínicos, pero también hay presencia de diarrea, dolor de garganta agudo y una incubación exprés. Ante esta situación, en la que los contagios están disparados, aunque sin un sistema de contabilización como el de antaño, los especialistas están preocupados por la población más vulnerable, los mayores de 80.
La mayor transmisibilidad y el escape vacunal de esta nueva ola ha llevado a un aumento de la incidencia y de las hospitalizaciones, es más, algunos sanitarios ya han sufrido una cancelación de las vacaciones para no dejar el sistema de salud en cuadro los meses de julio y agosto. Mientas que otros países ya están poniendo cuartas dosis, en España se pretende esperar hasta el otoño, cuando haya fórmulas específicas que luchen contra la nueva ómicron.
Sin embargo, los médicos no lo ven claro. La inmunóloga Matilde Cañeles explicaba para 20 minutos que "dado que las variantes BA.4 y BA.5 presentan una deriva mutacional enorme respecto a BA.1 [ómicron original], ya no tiene sentido esperar a las vacunas bivalentes adaptadas a ómicron". Pfizer y Moderna son los dos laboratorios que están trabajando en su desarrollo y los estudios preliminares muestras que aumentan considerablemente el nivel de anticuerpos.
Ante esta opinión de los expertos, Sanidad, por el momento se lava las manos y deposita en a Ponencia de Vacunas esta decisión, aunque sí confirmó que los mayores de 60 serán los primeros en tenerla. “La Ponencia se reúne periódicamente y monitoriza la situación, por lo que estamos a la espera de sus propuestas. Falta determinar cuándo será el momento más oportuno, una opción probable es la llegada de las vacunas adaptadas a ómicron para inocular la cuarta dosis”, anunciaba la ministra Darias.
Las diferentes sociedades médicas y epidemiológicas piden un cambio en esta estrategia y que se empiece a inocular esta cuarta inyección en residencias y mayores de 80 ya, con las vacunas de las que se dispone en esta fecha y, cuando lleguen otras, valorar qué hacer con ellas ya que no se sabe exactamente cuál va a ser la fecha en la que las formulaciones adaptadas a esta nueva variante estarán listad. En esta línea, se fijan en países como Israel, Francia o Estados Unidos en los que la cuarta dosis es ya una realidad.
La nueva ola a la que nos enfrentamos destruye la teoría de que el coronavirus es un virus estacional, ya que los picos no se están correspondiendo con las estaciones más frías, como ocurre con la gripe. Eso provoca también que no se puedan rediseñar formulaciones para cada nueva variante ya que no hay tiempo material para hacerlo. Por eso, esperar a la nuevas vacunas sí que tiene sentido en la población general, pero no en los mayores que son los que más riesgos tienen de hospitalización, enfermedad grave y muerte.