Grandes mentiras de productos que te venden para el verano: "Las pulseras antimosquitos no sirven de nada"
De algunos antimosquitos a los antigripales, te descubrimos productos que sería mejor que te ahorrases
La doctora Esther Samper, autora de 'El lado oculto de la farmacia' desmonta algunos mitos
"En las farmacias hay muchos productos que son una estafa"
Y de repente estamos inmersos en el verano, ola de calor tras ola de calor. Con temperaturas que superan los 40 grados en la mayor parte del territorio español, parece imposible vivir con las ventanas cerradas y lejos de zonas húmedas, ya sean piscinas, ríos, mar o cualquier charca que nos permita refrescarnos y bajar unos grados nuestro termostato. Antes de irnos de vacaciones, solemos pasarnos por la farmacia para comprar una serie de productos que no pueden faltar: antimosquitos, protección solar, algún antigripal por si las moscas… La doctora Esther Samper, autora del libro ‘El lado oculto de la farmacia’, nos ilumina sobre si estos productos son o no efectivos.
La guerra con los mosquitos
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Solo uno puede amargarte la noche. Prácticamente imperceptible al ojo, pero tan fácil de escuchar que te puede mantener en vela y aún así, no conseguir acabar con él a tiempo. Los sprays antimosquitos de aplicación cutánea suelen ser una opción para las zonas, sobre todo, de costa. “Poseen sustancias con una gran eficacia repelente (DEET, picaridina, 2-undecanona, PMD…) que ha sido demostrada en múltiples estudios. Generalmente, cuanto mayor sea la concentración de estos compuestos, más duradera será su eficacia protectora. Estos productos, por normativa europea, deben contar con un mínimo de eficacia”, explica Samper.
Sin embargo, es común en los supermercados encontrar unas pulseras que aseguran conseguir lo mismo, pero son una verdadera estafa. “La normativa no se cumple para las pulseras antimosquitos. No sirven para nada o para casi nada ya que su radio de acción, con suerte, se limita a escasos centímetros de donde está colocada, dejando totalmente desprotegido el resto del cuerpo”.
Antigripales, inefectivos
La realidad, más que pese, es que no hay ninguna solución para los resfriados ni las gripes, ni las de invierno ni las de verano. Lo que hay son fármacos que alivian ciertos síntomas como la fiebre, el dolor de cabeza, la inflamación… Ahí encontramos el paracetamol o el ibuprofeno, pero nada más. “Si lo que queremos es aliviar síntomas como la tos, la congestión nasal o los mocos, en la casi totalidad de los casos no está indicado consumir medicamentos para estos signos/síntomas. Bien porque no son efectivos o bien porque la balanza riesgo/beneficio nos dice que no conviene usarlos”, alerta la doctora.
Sin embargo, la mayoría de nosotros cuando los tomamos nos sentimos instantáneamente mejor. Es por el denominado efecto placebo. “Es muy real y está muy presente en la medicina. En el tratamiento del dolor se ve mucho. Algunas personas notan un alivio bastante evidente de su dolor cuando reciben un tratamiento que creen que es efectivo (aunque no lo sea)”. Para saber si algo es placebo o no, hay que fijarse en los ensayos clínicos que comprueban la eficacia del medicamento.
Entonces, ¿todo lo que se vende en la farmacia es bueno?
La respuesta es sencilla. “No”, asevera Samper. En las secciones de complementos dietéticos hay multitud de productos con publicidad engañosa, que no han demostrado su eficacia para las indicaciones para las que se venden con más o menos engaños, como reforzar las defensas, evitar la caída del pelo, mejorar las articulaciones, adelgazar…
“También encontramos otros productos sin eficacia: algunos medicamentos, pulseras antimosquitos, plantas medicinales, geles hidroalcohólicos higienizantes… Y bueno, la sección de medicamentos homeopáticos es ya el summum del embuste, directamente la mayor vergüenza de las farmacias”, concluye.