Si algo positivo tenía la infección por coronavirus, y podemos decir que lo único, era que te otorgaba una inmunidad que te dejaba tranquilo, como mínimo, seis meses. Pero ahora eso no está del todo claro. Si algo caracteriza a esta séptima ola es que parece que nadie está inmune. Hemos doblegado la curva, pero los números siguen siendo escandalosos. En plena temporada vacacional o con ellas a la vuelta de la esquina, muchos nos preguntamos si podemos pillarlo, aunque lo acabemos de pasar. ¿La inmunidad ha desaparecido o sigue ahí? Te lo contamos.
Desde que el coronavirus llegó a nuestra vida no ha dejado de mutar. Con cada nueva variante han aparecido también nuevos síntomas y nuevas formas de contagio. Ahora nos enfrentamos a dos sublinajes de ómicron, BA.5 y BA.5 que ya son predominantes en una buena parte del país y que se contagian rápidamente. El problema de estos cambios sobre el virus inicial es que el escape vacunal empieza a ser cada vez mayor.
En España, el 85% de la población tiene la pauta completa, una de las tasas más altas de Europa, pero BA.5 parece burlar muy bien la inmunidad que esta confiere. Según los expertos, puede infectar rápidamente a personas que tienen inmunidad contra el virus. "Lo que estamos viendo es un número cada vez mayor de personas que se han infectado con BA.2 y que luego se vuelven a contagiar a las 4 semanas", explica Andrew Robertson, director de salud de Western Australia. Es decir, es fácil reinfectarse pero no de la misma variante.
Una visión similar la da José Jiménez, investigador de virus emergentes del Departamento de Enfermedades Infecciosas del King’s College de Londres, al Diario de Sevilla. “El número de reinfecciones con la variante ómicron es mucho mayor que con las anteriores. Por lo tanto, la protección que se consigue con las vacunas o una infección previa disminuye con el tiempo”.
Las mutaciones específicas de este BA.5 ayudan al virus a evadir los anticuerpos generados tanto por las vacunas como por la infección previa, por lo que nos vuelven más vulnerables. El doctor Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington en Saint Louis ha realizado una investigación al respecto y afirma que “Es posible que los individuos más enfermos o las personas con disfunción inmunológica tengan un mayor riesgo de reinfección y de resultados de salud adversos después de la reinfección”.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que la sintomatología suele ser diferente en las reinfecciones. De acuerdo con el estudio, los más comunes en mayores, ya que se ha analizado la reinfección en veteranos, son dolor en el pecho, ritmos cardíacos anormales, ataques cardíacos, inflamación del músculo cardíaco o del pericardio (una membrana similar a un saco que rodea al corazón), insuficiencia cardíaca y coágulos sanguíneos.