La población española se medica cada vez más. Solo en 2021 se vendieron 1.033 millones de cajas de medicamentos con receta médica, un 4% más que en 2020. Los más vendidos son, sin duda alguna, los analgésicos, que han visto como su consumo se ha incrementado en un 50% en la última década, aunque los antidepresivos también crecen a un ritmo acelerado. Medicarse está a la orden del día en nuestro país. Sin nos levantamos con dolor de cabeza o nos surge algo de molestias en la espalda, rápidamente recurrimos a un analgésico.
Cogemos una pastilla, un vaso de agua, y para dentro a esperar a que haga efecto y las molestias comiencen a remitir hasta que te encuentre mejor. Sin embargo, ¿nunca has pensado en que la postura en la que te tragas la pastilla puede afectar de alguna forma a la velocidad en la que el organismo absorbe el medicamento? Lo cierto es que sí, y esa ha sido la premisa de un grupo de científicos de la Universidad de John Hopkins en Estados Unidos en su último estudio.
Gracias a esa investigación se han encontrado diferencias de hasta más de una hora en la absorción dependiendo de la postura corporal con la que nos hayamos tomado el fármaco. ¿Cuál es la ideal? ¿Por qué la postura es tan importante a la hora de tomar un medicamento?
Según esta investigación, la mayoría de los medicamentos no comienzan a hacer efecto hasta que el estómago vierte su contenido al intestino, por lo que cuanto antes llegue la pastilla a esa zona, antes comenzará a disolverse y a hacer su magia. Por eso mismo es importante donde cae la pastilla una vez nos la tragamos, donde la postura juega un papel fundamental. De esta manera, para constatar la mejor postura, se probaron cuatro, tumbado sobre el costado izquierdo, sobre el derecho, recto y tumbado hacia arriba.
¿Conclusiones? Estudiando las cuatro posturas encontraron que la mejor es tumbado hacia el lado derecho, logrando una absorción 2’3 veces más rápida que recto o bocarriba. Por su parte, la peor postura es tumbado sobre el lado izquierdo, tardando hasta 90 minutos más en absorber el fármaco que sobre el lado derecho.
Los autores explican que en este caso han estudiado la postura corporal en la disolución y la absorción de los medicamentos, aunque estos resultado se pueden aplicar también a la digestión y a la postura que tenemos cuando comemos y la posterior absorción y procesamiento de los alimentos una vez ingeridos.