Puede que pienses que no es la opción más higiénica, pero estás totalmente equivocado. La ropa interior es nuestra peor enemiga durante la noche y no lo decimos nosotros, lo hace la ciencia. Piénsalo bien. Lo más natural es dormir totalmente desnudos y, además, produce un placer enorme. Puede que te cueste acostumbrarte, es más, los datos dicen que los millennials están mucho más abiertos a hacerlo que los uppers, pero es una de las pocas cosas en las que te vendría bien copiar a tus hijos.
La ropa interior, especialmente si es de un tejido sintético o no está totalmente limpia, pone en riesgo nuestra salud genital durante la noche. Atento a este dato. Unas bragas recién sacadas de la lavadora pueden contener hasta una décima parte de un gramo de heces y ya no hablamos de su estado después de llevarlas puesta una larga jornada. Son los datos de un estudio publicado en la revista científica Journal of Infection. Te contamos qué riesgos entraña esta práctica tan común.
En el caso de las mujeres, propensas a infecciones vaginales, dormir con ropa interior sintética es el caldo de cultivo perfecto para desarrollar hongos, picazón e irritación. Las bacterias y levaduras prosperan en ambientes cálidos y húmedos, que los favorecen estos tejidos. Por lo tanto, dormir totalmente desnudo favorece tanto la comodidad como la transpiración de la piel de la zona.
En el caso de los hombres, la razón es similar y es que dormir desnudo reduce las posibilidades de sufrir tinea cruris, una infección superficial de la piel que afecta la zona inguinal, incluyendo los genitales, la región púbica y la región perianal. Además, tener la zona más fresca, dormir sin calzoncillos permite que los testículos tengan una temperatura correcta, lo que favorece la buena salud de los espermatozoides y la fertilidad.
De acuerdo con la Fundación del Sueño norteamericana, pasar la noche sin ropa nos ayuda a dormir mejor y hará que nuestra piel esté mucho más saludable. En caso de que exista alguna herida o rozadura, también cicatrizará mucho antes. Las relaciones sexuales experimentarán, además, una clara mejoría y es que estar piel con piel también ayuda a rebajar los niveles de estrés y a aumentar la autoestima.
Lo que sí conviene tener en cuenta es que, si se empieza con esta práctica, es recomendable cambiar las sábanas más a menudo y que estas sean de buena calidad. Los expertos advierten que, si antes de acostarnos nos damos una breve ducha, las sábanas aguantarán más tiempo limpias y también mejorará considerablemente la calidad de nuestro sueño.