Con la bajada de las temperaturas y los bajos índices de vacunación de las dosis de refuerzo, los mayores ya están por la cuarta inyección frente al coronavirus, se espera que haya pequeños picos de contagios como está ocurriendo en otros países europeos. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, asegura que las subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 de ómicron serán las mayoritarias a finales de noviembre o principios de diciembre. Por el momento, solo representa el 2,7% de los casos, siendo todavía BA.4 y BA.5 las dominantes. Sin embargo, no conviene bajar la guardia ya que son comúnmente conocidas como 'Perro del infierno'. Te explicamos el porqué.
El peligro del nuevo linaje y sublinaje es su rápida capacidad de propagación. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades asegura que, con su prevalencia y ritmo, superarán el 50% de los contagios en menos de un mes. Además, estas mutaciones tienen un grado de evasión inmunológica enorme, pero no reviste casos de mayor gravedad. "Podrían tener un mayor escape vacunal", explica Darias.
Ya fue a principios del mes de octubre cuando los científicos empezaron a advertir que B.Q.1.1sería la causante de una nueva ola tanto en Europa como en América del norte. Precisamente, Cornelius Roemer, investigador de la Universidad de Basilea, compartía en Twitter la advertencia de que existía una probabilidad bastante alta de que fuese un 10% más contagiosa. Es precisamente por esto por lo que se ha bautizado a la variante como perro del infierno, haciendo referencia a la mascota de la mitología griega que guardaba las puertas del inframundo.
Además de los básicos del covid ya conocidos por todos: fatiga, tos, dolor de cabeza, fiebre, congestión y secreción nasal, dolores musculares, ahogo o pérdida de olfato y gusto, la BQ.1 presenta provoca también diarrea, dolor de garganta, debilidad, pérdida de apetito, estornudos, elevación inusual del ritmo cardiaco y afonía. Estos dos últimos no eran síntomas tan frecuentes en las anteriores subvariantes de ómicron.
Ante esto, Sanidad recomienda encarecidamente que los mayores y personas vulnerables accedan a ponerse la cuarta dosis de la vacuna a la vez que se inoculan la de la gripe estacional. Por el momento, la aceptación no ha sido demasiado buena. De los mayores de 80 años solo han accedido el 50% de la población y si hablamos de los mayores de 60 apenas roza el 25%.