¿Te cuesta tragar la comida? La enfermedad que afecta a uno de cada tres mayores de 65 años
La disfagia suele asociarse con el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas, pero puede ocurrir a cualquier edad y por diferentes causas
Afecta a dos millones de españoles, pero solo el 10% está tratado
Las consecuencias más graves son nutricionales, desnutrición y deshidratación, y respiratorias, neumonía aspirativas y atragantamientos
Uno de cada tres mayores de 65 años padece disfagia orofaríngea, un trastorno de la deglución que dificulta la capacidad de tragar comida y sustancias líquidas de manera natural. La padecen más de 2 millones de españoles y solo el 10% de ellos tienen tratamiento. Es la primera causa de muerte en pacientes neurológicos y la tercera en mayores de 85 años. Pese a estos datos tan abrumadores esta enfermedad es la gran desconocida para la población general y por tanto está infradiagnosticada. Te contamos por qué se produce, cuáles son sus síntomas y la forma de tratarla.
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Cómo identificar la disfagia
Uno de los síntomas más habituales, aunque no se da en todos los pacientes, es el carraspeo durante o después de la comida. No se trata de una tos activa, similar a la que tenemos cuando nos atragantamos, ya que la mayoría de los pacientes pierden la capacidad de hacerlo. El babeo también es otro claro síntoma, así como una especie de febrícula de origen no conocido con mucha flema en la garganta. La voz también se ve afectada con esta patología y pasa a ser más gangosa a la hora de comer.
Por qué aparece
La disfagia está asociada con diferentes patologías neurológicas como el ictus, la ELA o el Parkinson. También cuando aparecen tumores en el sistema nervioso, traumatismos craneoencefálicos o procesos locales obstructivos como el tumor de faringe, laringe o tiroides. Además, se relaciona con alteraciones motoras del esófago y procesos inflamatorios. “Los pacientes con disfagia tienen mayor riesgo de neumonías aspirativas y atragantamientos. La mitad de las aspiraciones presentadas son silentes, lo que puede incrementar las repercusiones respiratorias”, explica la logopeda y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM), Alexandra Tisaire.
En ocasiones, se produce ante una pérdida de masa muscular cuando un paciente ha estado mucho tiempo ingresado en UCI y no se ha alimentado por sí mismo. Cinco días sin masticar pueden ser suficientes para tener esta patología. Precisamente, la pandemia ha sido causante de un aumento exponencial de casos, sobre todo entre los jóvenes, en los que no es nada común ya que el tono muscular no se empieza a perder hasta los 65 años.
Sí se puede tratar
El logopeda es el único profesional sanitario especializado en la rehabilitación de la disfagia. Otros profesionales se encargan de adaptar la dieta, pero no intervienen para devolver la funcionalidad a la hora de comer. Tisaire defiende la importancia de una valoración exhaustiva y precoz: “El tiempo marca la diferencia a la hora de obtener mejores resultados. Además, debemos analizar las particularidades de cada paciente para realizar una intervención personalizada”. Y es que, según explica la logopeda, “aunque todo se engloba dentro de la disfagia, las causas y el cómo se manifiesta es diferente en función de la patología o alteración que tiene la persona y el área del cerebro afectada”.